Suiza, 9 de febrero.- El conjunto nacional se puso en ventaja con gol de Ángel Di María a los 13 minutos de juego, tras una genialidad de Lionel Messi, que se sacó tres hombres de encima para habilitar de forma brillante al ex jugador de Central que definió suave ante la salida de Eduardo.

Hasta ese entonces, el partido era de ritmo frenético, con Portugal mejor parado, atacando y defendiendo en bloque. Pero Argentina pegó primero, aunque la alegría duró poco. Una desatención en el fondo le permitió a Cristiano Ronaldo empatar el partido, con un tiro alto, inalcanzable para Sergio Romero, que se había tirado a sus pies.

Argentina caía en la tentación de la "Messi-dependencia" y todas las pelotas iban al rosarino, que a veces era marcado entre dos y tres portugueses. De todas formas, "La Pulga" era de lo mejor de la Selección, junto a las apariciones de Di María. El rival, con el empate, se replegó demasiado atrás y Cristiano Ronaldo quedó muy aislado del mediocampo.

En el complemento comenzó mucho mejor Portugal. Se plantó en terreno argentino y en menos de cinco minutos tuvo dos chances de gol. Almeida cabeceó al travesaño en dos oportunidades; en el segundo, tras el rebote, Ronaldo desperdició una inmejorable chance de gol, con Romero tirado en el piso y todo el arco a su favor. Su derechazo se perdió lejos, arriba del arco.

Argentina, hasta ahí, sólo tuvo un tiro de libre que el arquero sacó del ángulo derecho, nada más. Portugal, en cambio, volvió a tener el segundo en los pies de Ronaldo. El crack luso remató ante la salida de Romero y Burdisso despejó en la línea, la pelota cayó en Hugo Almeida, que a un metro del arco, absolutamente solo, se perdió un gol increíble.

El partido, con el correr de los minutos, perdió forma y frescura y se transformó en un juego chato, sin ideas ni sorpresas. Ambos entrenadores variaron los nombres, pero nada cambio. Argentina tuvo el segundo en la cabeza de Rojo, pero la pelota salió "besando" el palo derecho del guardameta.

Batista se acordó tarde de poner a Juan Manuel Martínez y jugar con otro punta. Claro que el que dejó la cancha fue Lavezzi, por lo que el esquema no varió. A cinco del final, Argentina casi tuvo el triunfo con un cabezazo de Pastore que reventó el travesaño.

Pero sobre el final, con esa apuesta (tardía) de Batista, Argentina tuvo un premio inmerecido, pero premio al fin. Martínez fue derribado en el área por Coentrao y Messi, con una frialdad envidiable, se encargó de canjear el penal por gol. 2-1, final y festejo.

Queda mucho por crecer, pero siempre es mejor hacerlo sobre la base de triunfos. Batista sumó el tercero en la selección mayor y la tranquilidad de volver a sonreir, aunque para que la felicidad sea completa, aún queda mucho por mejorar. Messi fue otra vez determinante, al menos, es lo que toda la Argentina deseaba.

Formaciones:

Argentina: Sergio Romero; Javier Zanetti, Nicolás Burdisso, Gabriel Milito y Marco Rojo; Ever Banega, Javier Mascherano y Esteban Cambiasso; Ezequiel Lavezzi, Lionel Messi y Ángel Di María. DT: Sergio Batista.

Portugal: Eduardo; Bosingwa, Ricardo Costa, Bruno Alves y Fabio Coentrao; Raúl Meireles, Carlos Martins y Joao Moutinho; Nani, Cristiano Ronaldo y Helder Postiga. DT: Paulo Bento.

Árbitro: Massimo Bussaca (Suiza).

Estadio: Genéve (Suiza).