Feliz. Rozagante. Es que este viaje no es uno más que el jugador Ricardo Mestre, delantero de Villa Obrera, realiza en su vida, sobre todo teniendo en cuenta su condición de sordomudo. Es un boom en su carrera futbolística porque para él es un sueño el de estar en Taiwan siendo parte de la Selección Argentina de hipoacúsicos que participará en los Juegos Olímpicos.

"Para mí esto es maravilloso. Es espectacular y lo quiero aprovechar al máximo", dijo el jugador que cuenta con la capacidad de leer los labios y hablar muy pausado.

Ricardo, de 24 años, comenzó su carrera futbolística cuando tenía 17 años. Su cuna fue Sportivo Desamparados, donde militó por dos temporadas. Posteriormente jugó en primera división en Atenas y desde el año pasado que está en Villa Obrera, club con el que se corono campeón del Oficial.

"Me encanta viajar y sobre todo si es para jugar al fútbol, que es lo que amo. Aparte, cuento con todo el apoyo de mi familia y de mi novia Romina (Lara) a quién voy a extrañar mucho", señaló el delantero.

Aparte el apoyo no es solo familiar. El pasado sábado, cuando jugó su último partido, un grupo de fanáticas de Villa Obrera colgó en el alambrado una bandera que decía "Suerte Ricardo". Y no fue lo único ya que esa misma noche en el club le hicieron una fiesta de despedida.

Esta no es la primera vez que Ricardo está convocado para la selección ya que anteriormente formó parte del plantel que jugó un Panamericano en Buenos Aires. Incluso en el 2007 participó de otro Panamericano en Venezuela donde el jugador fue el máximo artillero del campeonato coronandosé la selección subcampeona tras perder en la final con México. A raíz de este puesto, se ganó el boleto para participar en Taiwan.

El delantero partió ayer hacia Buenos Aires donde el jueves habrá un entrenamiento formal. En tanto el viernes concentrarán en el CENARD (Centro de Alto Rendimiento Deportivo). Posteriormente el sábado partirán rumbo a Asia a las 12,10 desde Ezeiza, lugar donde Jaime Mestre y Adelina Picón (padres de Ricardo), estarán para despedir a su hijo en esta odisea. Luego de una escala en Panamá y otra en Los Ángeles, esperan arribar a Taipei, la capital de Taiwán a las 20,50 del próximo lunes.