Forlán estrujó su camiseta de Uruguay, a la altura de su corazón, para demostrar su amor por esos colores que le retribuyen tanta felicidad por su sacrificio. El salir campeón de la Copa América, el logro más importante para una selección sudamericana de fútbol después de los mundiales, no es un título del montón. Y la copa conquistada fue en tierra de Messi, a quien la camiseta albiceleste le estruja el corazón, a pesar de su sacrificio.
El 3 a 0 de Uruguay ante Paraguay en la final demuestra el nivel del campeón. Antes de empezar a analizar qué es lo que tiene Uruguay que le falta a la selección argentina hay que derribar dos mitos básicos. Primero, Uruguay no fue campeón gracias a Forlán. Segundo, Argentina no quedó eliminada por el nivel de Messi. La lectura hay que hacerla al revés: Forlán fue un (importante) aporte para un equipo que trascendió su figura.
Forlán no había convertido en la Celeste desde el Mundial de Sudáfrica, donde fue elegido el mejor jugador. Volvió al festejo propio en un momento inmejorable. Su primer gol de ayer, a los 41 minutos del primer tiempo, era el que ya comenzaba a sentenciar la final, porque Uruguay traducía en el marcador la superioridad ante la Albirroja en el primer tiempo y se iba al descanso 2-0. Y para desatar la fiesta, un minuto antes del final, el propio Forlán sentenciaba la historia con el 3-0. El delantero no había marcado antes, pero su aporte fundamental al equipo en los partidos anteriores fue su ejecución en las pelotas paradas que le valió al equipo por ejemplo marcar el primer gol en el duelo ante Argentina, en el choque de cuartos de final. Y si en ese encuentro Uruguay eliminó a Argentina fue porque Muslera atajó todo, incluido un penal en la serie de desempate, a Carlos Tevez. Romero, el cuidapalos argentino, también tuvo una buena actuación, pero no pudo con ninguno de los ejecutantes charrúas, incluido Luis Suárez, quien con sus 4 goles hizo olvidar que Forlán no marcara antes de la gran final.
El secreto que sabe el Maestro Tabarez es todavía materia pendiente para un seleccionador argentino. Basile y Maradona no lograron hacer funcionar a un equipo en torno de Messi y hoy todo indica que Batista también será apartado del puesto. El técnico uruguayo le saca todavía rédito a ese grupo que conformó en las pasadas Eliminatorias que lo llevó a ser el único sudamericano que jugó los 7 partidos en Sudáfrica y que hoy es nada menos que el campeón.