El ensayo final previo al debut de San Martín en Primera División, y de Unión en el Federal A, arrojó un empate 0-0 que sirvió para conocer cuáles serán los equipos bases para sus estrenos. En el Verdinegro fue el primero y único en San Juan ya que antes había disputado 4 en Tandil sin obtener ningún triunfo. Y ayer siguió por esa senda, y tuvo como justificativo que técnica y tácticamente el equipo de Lavallén responde de manera aceitada, pero no cuenta con peso en el área rival y tiene escasa definición como consecuencia del juego que pregona que es el de llegar al arco por abajo y sin depender de un pelotazo de media distancia.

Mientras que Unión corrió desde atrás en casi todo el partido (fueron dos tiempos de 40’) y se notó las diferencia de categoría, más allá de ser un amistoso. Igual se las ingenió para generarle riesgo y plantearle dudas con su juego cuando el Luto Molina se animó.

Ambos apostaron al 4-4-1-1 y quien mejor lo desplegó fue San Martín. El modelo de Lavallén dejó sólo a Emanuel Martínez como media punta, y con Joaquín Molina como único referente de área. Lo mejor lo mostró en el primer cuarto del parcial inicial donde le imprimió mucha velocidad y toque.

En eso se destacó Lucas Salas, que jugando como volante por izquierda fue el socio de Martínez, quien con amplia movilidad le dio juego al equipo. Rápidos y dueños del fútbol buscaron siempre la penetración. Mientras que Gelabert en el medio fue el distribuidor, Montagna por derecha desbordó constantemente, y en el lateral izquierdo Casierra fue una constante al momento de pasar al ataque.

Habilidad, rapidez, jugar con pelota al piso, abriendo la cancha y sin meter pelotazos, marcó el estilo del Verdinegro en el último amistoso. Que tuvo como contrapunto que no le generó peligro a Unión. Fue versátil para transitar con la pelota y cuando atacó los hizo con 4 (se sumaron los volantes externos y el media punta), pero sin el toque final y la capacidad para resolver. En opciones de peligro, sólo un cabezazo de Martínez en el segundo tiempo, ya que al 9 de área (Molina al principio y luego García) nunca lo asistieron y careció de opciones para encontrar el gol.