>En un partido con pocas luces y cargado de nerviosismo, los arqueros fueron determinantes al contrarrestar las pocas chances de peligro para que Lanús y River Plate teminaran 0-0 en La Fortaleza, por lo que la llave de cuartos de final de la Copa Sudamericana se resolverá el miércoles próximo en el Monumental.
Si bien la fricción y las imprecisiones fueron el denominador común en el juego, de a ratos el partido se hizo vibrante, aunque ninguno de los dos estuvo lúcido como para romper la paridad.
River volvió a tener en Barovero a su mejor valor y como negativo concluyó una vez más un cotejo sin convertir y perdió para el desquite por expulsión al defensor colombiano Alvarez Balanta.
En Lanús se destacó el empuje de Diego González, pero, sobre todo, las acertadas intervenciones de Marchesín.
Se volverán a ver las caras el próximo miércoles en el Monumental y estarán en juego el boleto para las semifinales de la Sudamericana y el ingreso directo a la Libertadores 2014.
La primera parte fue de demasiado estudio y los dos equipos tomaron excesivos recaudos para evitar ser sorprendidos.
Los primeros minutos fueron favorables a River, que mostró durante ese lapso mayores variantes para atacar, sobre todo con el colombiano Carbonero por derecha, la subida de Mercado y la movilidad de Lanzini.
Sin llegarle con claridad a Marchesín, River quiso sorprender con remates desde lejos. Por su parte, Lanús trató de avanzar en bloque y de ser paciente, desde la adecuada contención en el medio de Somoza y Ortiz.
El anfitrión de a poco presionó a un River que con el correr de los minutos se diluyó. Ante la falta de un conductor natural en los Granates, los delanteros, Pereyra Díaz y el uruguayo Silva, tuvieron que bajar demasiado en el terreno para entrar en juego y en reiteradas oportunidades arribaron al área mal perfilados o sin resto físico. En los 15 minutos finales Lanús merodeó el área de River, pero le faltó claridad y precisión.
El segundo tiempo tuvo una ráfaga en los primeros minutos de buenas intenciones de parte de ambos y si no hubo goles fue por los arqueros. A los 4’, González empalmó un balón tras un córner y Barovero sacó de manera brillante y, un minuto más tarde, fue Marchesín quien se lució ante Lanzini.
Lanús llegó de nuevo a los 12’ con un mano a mano que Barovero le ganó a Pereyra Díaz y River recién respondió a los 32’, con un cabezazo de Pezzella que salvó Marchesín.
En el desenlace, Lanús estuvo cerca de convertir y a los 37’, tras un gran cambio de frente de Melano, fue Barovero quien lo privó del gol a Lautaro Acosta.

