Las federaciones de España y Holanda fueron multados por el exceso de tarjetas amarillas en la final de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Holanda, subcampeón, deberá pagar 15.000 dólares por los ocho jugadores que vieron la tarjeta del árbitro inglés Howard Webb. En tanto España deberá abonar 9.650 dólares.
