La ilusión de Mauricio Muñoz duró 27 minutos. El campeón supergallo del Consejo Mundial de Boxeo, Toshiaki Nishioka, lo derrotó por nocaut al culminar el noveno round de un combate en los que el sanjuanino tuvo un par de momentos favorables en los que llegó a rozar la gloria. Finalmente, la experiencia, capacidad y jerarquía del japonés doblegaron las ganas del muchacho nacido en Chimbas que vendió cara su derrota y que terminó ganándose el respeto de las autoridades de la entidad fiscalizadora, quienes le prometieron mantenerlo en la sexta ubicación del ranking y tenerlo en cuenta para una eliminatoria que se realizará próximamente porque el actual monarca decidió ascender al peso pluma para enfrentar al mexicano Jhonny González -quien ayer destronó al nipón Hozumi Hasegawa- y que en 2009 fue noqueado por Nishioka cuando se desempeñaba entre los supergallos.
Verlo a Muñoz salir decidido a disputarle el centro del ring al campeón en el patio de su casa, haberlo confundido y hacerlo retroceder en el tercer y quinto asalto, claramente favorables para el pupilo de Rubén Ojeda, ilusionó a más de uno. Es que el sanjuanino girando hacia su izquierda sacaba de foco la poderosa zurda del japonés y lo complicaba con sus golpes largos, el cross zurdo y un par de directos de derecha fueron suficientes para que Nishioka tomara sus precauciones y apelara a buscar sistemáticamente la zona hepática de Muñoz con tal de restarle velocidad de traslación.
Hasta el quinto round, que Muñoz dominó con total claridad -ya en el tercero había hecho retroceder a campeón mundial- se vio una pelea. En el sexto Nishioka salió a presionar y logró conectar dos buenas manos al hígado y un par de golpes ascendentes que frenaron en entusiasmo del argentino.
En el séptimo Muñoz consiguió colocar algunas manos ampulosas, pero recibió duro castigo en la media y corta distancia. Para colmo de males comenzó a inflamarse el pómulo de ojo derecho.
El octavo asalto también lo tuvo activo al sanjuanino, pero ya se notaba que cambiaba piñas por puñaladas. Nishioka era quien imponía las condiciones y obligó al sanjuanino a un cambio de golpes que no le convenía. Un cruzado zurdo del campeón envió a Muñoz a la lona por primera vez. El final no tardó en llegar. Una combinación que culminó con una zurda larga que impactó en la nariz del Negrito liquidó el pleito.