Dos victorias claras lograron en la madrugada de ayer Mauricio “Negrito” Muñoz y Fabián “Noni” Orosco. Dos triunfos que sirven para engrosar su récord, pero que abren interrogantes en su proyección internacional.
Orosco, que necesitaba retomar el camino del triunfo luego de su derrota con Fabián Aristule, se impuso sin objeciones a Méndez, le ganó 8 de los 10 rounds, fue más efectivo en su trabajo ofensivo, pero su boxeo careció de variantes para tratar de cerrar el pleito antes. Le faltaron recursos para evitar el roce y exponerse a contras innecesarias. Los vicios de su traslación monocorde y lineal le quitan espacios para descargar manos desde distintos ángulos. Se empecinó en “sacar” a un fuerte y aguerrido adversario que, en varios pasajes, se encontró con el regalo de tenerlo justo para meter alguna contra.
La victoria vale para reencauzar la campaña. Pero, para pensar en grande, necesita de un golpe de timón. Con lo mostrado, solo puede aspirar a vuelos de cabotaje. Para volar por el mundo, con pretensiones, su boxeo debe ser menos previsible.
VIEJOS VICIOS:
Mauricio Muñoz también ganó y lo hizo noqueando, con un letal gancho al hígado, a un rival al que casi quintuplica en peleas (36 a 8), como el joven pampeano Paulo Ojeda que asumió con hidalguía y personalidad su rol de partenaire.
Al igual que la de Orosco, el triunfo de Muñoz no admite discusión. “Me fui regulando, calentando máquinas”, contó luego el Negrito, que paulatinamente le fue “tirando” todo el camión encima a Ojeda. Ahora bien, el Muñoz de la madrugada del sábado volvió a tener los mismos porcentajes de golpes errados de peleas anteriores. El vicio de no tirar manos rectas, aprovechando su largo alcance y el empecinamiento de plantear la pelea en la media y corta distancia lo exponen a recibir algunas manos de más. Es de los tres más experimentados el que tiene mayor chance de una pelea titular. Antes deberá ganar un par de combates internacionales. Y, al igual que su “compadre” necesita volver a las fuentes y reincorporar aspectos técnicos fundamentales. Como el paso al costado y el quiebre de cintura para generar variedad de ángulos de disparo.

