Un infarto medular al año y medio le cambió para siempre el guión de su vida: lo postró en una silla de ruedas para siempre. Fue desde ese momento que forjó la personalidad de guerrero que lo llevó desde el lunes pasado a convertirse en el primer tenista argentino en encabezar un ranking mundial. Se trata de la historia del cordobés, Gustavo Fernández, quien con 23 años estrenará desde hoy el ‘1’ en el tercer Grand Slam de la temporada, Wimbledon.

Una vida marcada por la tozudez y el sacrificio, donde jamás faltó esfuerzo. “Para estar ahí en la cancha y con silla de ruedas hay que ser valiente y yo lo fui en varios aspectos: tomando la decisión de hacerlo, sacrificándome, para confiar en mi equipo ciegamente, más allá de que a veces te sale el ego y discutís”, contó Gusti, quien es acompañado en el circuito por su entrenador, Fernando San Martín, y con quien compartió a principio de semana la emoción por verse arriba de todos en el ránking mundial de tenis adaptado. “Lo mejor que tiene Gusti es la naturalidad con la que toma su discapacidad. Nunca piensa que algo es imposible. Además, logra ser el 1 del mundo con la mayor discapacidad que hay en la categoría, porque él es parapléjico completo, es el único top ten así”, resumió su coach.

Las estadísticas marcan que Fernández consiguió lo que no pudieron siquiera ni Guillermo Vilas ni Gabriela Sabatina, aunque él tiene claro este tema: “Para mí Guillermo (Vilas) es uno y Gaby (Sabatini) también. No me considero el primer argentino número 1 en singles, para nada”.

Su mejor momento en el deporte blanco contrasta con el casi nulo apoyo de sponsors privados. Los costos del circuito y mantener todo su grupo de trabajo es financiado por el ENARD que le brinda una beca de categoría dos denominada “Con proyección olímpica” por la cual le pagan $22.500 por mes. Armar el calendario de la temporada requiere de todo un proceso para que le aprueben el presupuesto y entonces lo económico condiciona lo deportivo. “Al ser discapacitado no te respetan y valoran como el deportista que sos. Además, al no tener tanta difusión y llegada, para las empresas no deja de ser un negocio y lo ven de esa manera”, sostuvo y agregó “estoy cansado de sentir que mendigo cosas.

Porque últimamente con los sponsors privados que he tenido pareció como si yo estuviera mendigando, y no me quiero sentir así. Yo quiero que ellos me respeten y me valoren como el deportista que soy”.

Al tope

3985 Los puntos con los que el cordobés Fernández se ubica primero en el ránking mundial de tenis adaptado. Lo desbancó al británico, Gordon Reid, que suma 3838

Por el condicionamiento económico, Fernández recién consiguió una silla de ruedas de primer nivel deportivo cuando se ubicó quinto en el ránking de tenis adaptado, en el 2012. Antes, debió adaptar con su coach una ’tradicional’ e incluso emparcharla hasta con cinta de embalar. La actual que utiliza el cordobés cuesta entre 7 y 10 mil dólares.

Las ventajas que le brinda es que las ruedas están inclinadas para tener mejor giro, cuenta con ruedas atrás y una gran aerodinamia.