Motivados por el fútbol y, principalmente por las obras de caridad, con el fin de ayudar a los niños y a las personas de bajos recursos, Consorcio (aún no llevaba ese nombre) dio sus primeros pasos. Fue allá por el año 1987, cuando un grupo de amigos encabezados por Omar Araya decidió formar equipo para jugar partidos amistosos al término de cada temporada de la Liga Calingastina frente a rivales de Villa Nueva, Barreal y Colón. Se sumaron jugadores de Cerro Negro, La Plata y La Capilla que no querían perder ritmo en el verano y que luego regresaban a sus clubes para seguir disputando la temporada regular. Y, a su vez, en medio de los encuentros veraniegos, los muchachos participaban de carnavales y otros eventos, como así también de la organización de rifas con el único objetivo de que todo lo recaudado fuera destinado a los más pequeños y a las familias más necesitadas.
Así fue pasando el tiempo y cada vez se fue sumando más gente, hasta que el 2003, más precisamente el 7 de abril a las 20:30, Omar Araya y compañía deciden crear el Club Social, Cultural y Deportivo Consorcio, obteniendo la personería jurídica y dando el puntapié inicial de una institución oficial. El nombre fue adoptado por Omar, primer presidente, luego de que un amigo suyo, Heraldo Moroso, fuera a visitarlo y le dijera que la zona en la que vivía (La Capilla) parecía un consorcio por los ranchos instalados a la orilla del camino, mientras que los colores surgieron tras un debate en el que se propusieron los colores de River, Boca y San Lorenzo, y en el que finalmente se impusieron el negro y amarillo de Peñarol de Uruguay.
Ya con el nombre, los colores, la personería jurídica y el Tigre como apodo y símbolo, Consorcio se afilió a la Liga Calingastina de Fútbol y tomó por clásico a La Capilla. Llegaron jugadores destacados que no tenían lugar en otras instituciones y así fue que comenzó a protagonizar los distintos torneos. Hasta el momento participó en cuatro ediciones (contando la actual) del Torneo de Clubes Campeones – Copa DIARIO DE CUYO y fue campeón departamental en una oportunidad, mientras que acumula cinco subcampeonatos por haber perdido las finales por penales. El Tigre calingastino aún no tiene terreno propio, pero el municipio está comprometido a brindarle uno y, por el momento, los jugadores deben entrenar en una cancha rodeada de montañas que se encuentra a unos 6 kilómetros de la casa de Omar Araya, donde funciona la sede del club. Sin embargo, Consorcio se destaca por el corazón de su comisión directiva (en la actualidad encabezada por Eduardo Zabaleta), de sus seguidores y de sus socios, que a pesar de no ser muchos (unos 50 que pagan 20 pesos por mes), siempre llevan a cabo diferentes eventos para obtener fondos en beneficio de la institución aurinegra y, al igual que en sus inicios, también para los chicos y los que menos tienen.