La Plata, Télam

Newell’s Old Boys le ganó anoche con comodidad a Gimnasia y Esgrima por 2-0, en La Plata y continúa con las chances intactas de conseguir el título del Apertura de fútbol, luego de continuar ayer la 18va. y penúltima fecha.

Mauro Formica a la salida de un tiro libre a los 15′ del primer tiempo y el goleador Joaquín Boghossian 18 minutos más tarde, le permitieron al conjunto de Roberto Sensini continuar soñando con ganar un nuevo campeonato de primera división.

En tanto, Gimnasia (13) acumuló su cuarta derrota consecutiva y para peor ingresó en la zona de descenso directo, sólo por delante de Chacarita Juniors.

El encuentro sólo fue atractivo hasta los 33 minutos del período inicial, momento en el que el uruguayo Boghossian colocó el 2-0 con un derechazo bajo que no encontró resistencia en Sessa.

Es que a partir de ese momento, la visita dominó táctica y estratégicamente el juego, manejó la pelota con mucho criterio con Mauro Formica como figura y siempre dio la sensación de que cuando se lo propusiera aumentaría la diferencia.

Eso se debió a que su rival, que cambió de técnico pero que no mejoró su nivel, casi nunca lo complicó y por lo tanto Sebastián Peratta pasó una noche tranquila.

El segundo tiempo prácticamente estuvo de más, porque había un equipo que quería como Gimnasia, pero que no tenía la claridad conceptual para generar maniobras profundas y otro como Newell’s, que se dedicó a defenderse con el balón haciéndolo circular a lo largo y ancho del campo de juego.

Los cambios realizados por el "Moncho" Fernández no le aportaron profundidad al equipo, pese a que el segundo tiempo mejoró en parte su deslucido rendimiento de la etapa inicial.

Sobre el final, los rosarinos estuvieron a punto de aumentar la diferencia, pero Boghossian no alcanzó a conectar un centro desde el sector derecho. Igual, al menos anoche, Newell’s fue mucho para un tibio Gimnasia.

La floja producción del "Lobo" quedó reflejada en la bronca de sus simpatizantes, que a medida que transcurrieron los minutos y viendo que el equipo no mostraba atisbos de reacción, comenzaron a gritar "que se vayan todos, que no quede ni uno solo".

Y cuando los hinchas estaban por retirarse del estadio, muy molestos por el pésimo momento que atraviesa Gimnasia, tuvieron un encontronazo con la policía, que dispersó a los más exaltados arrojando balas de goma y así logró calmar la situación.