El italiano Vincenzo Nibali cortó la racha de triunfos argentinos en el Tour de San Luis y festejó a lo grande; ganó la cuarta edición de la carrera más importante de Sudamérica tras la séptima etapa que conquistó su compatriota Alberto Loddo. El mejor argentino en la clasificación general fue el santiagueño Ignacio Pereyra. La llegada en Puente Blanco, en la capital puntana, fue inolvidable, con unos tres mil espectadores disfrutando la fiesta del ciclismo nacional.

Nibali tiene 25 años, nació en Messina y es profesional desde 2005 cuando se incorporó al Fassa Bartolo. En el IV Tour de San Luis ganó la contrarreloj en la cuarta etapa y nunca más se bajó del liderazgo de esta carrera 2.1 del calendario UCI.

El circuito que tocaba El Trapiche y que pasaba por El Volcán, la Rotonda de la Hoya y el peaje de Cruz de Piedra, era bordeado por un paisaje magnífico y mucha gente. Hubo un grupo de escapados que habían sacado 1m20s en el kilómetro 42: el argentino Matías Medici (Scott de Brasil), el español David Gutiérrez (Footon-Servetto), el italiano Luca Mazzanti, ambos del Katusha, los españoles Javier Ramírez (Andalucía-Cajasur) y José De Segovia (Xacobeo-Galicia) y el italiano Fortunato Baliani (Miche) y el ucraniano Oleksander Kvachuk, del ISD. Detrás de ellos encabezaban el pelotón los integrantes del Liquigas, con Nibali, expectante para que la fuga no tomara más distancia de ventaja.

Si bien la diferencia llegó a 2m15, no fue suficiente para los escapados. Por eso volvieron a juntarse todos para terminar la etapa en Puente Blanco, al sprint. Luego fue todo a pura velocidad, porque en la Cuesta del Gato los cronómetros marcaban más de 70 kilómetros por hora. El final fue extraordinario, con Loddo ganando la etapa y la gente aplaudiendo esa llegada del pelotón.