Para Nicolás Naranjo, que el año pasado ganó varias etapas de la Vuelta y, hasta el Colorado se vistió de líder, haber ganado las metas sprinter en la edición de la carrera culminada ayer, es un motivo de satisfacción, aunque aclaró que su alegría no fue plena porque la intención del equipo de la Agrupación Virgen de Fátima era ganar la general. ‘Por un lado estoy contento porque siempre es difícil ganar una malla de líder en una carrera como ésta y por el otro amargado porque no pudimos conseguir lo que pretendíamos, que era ganar la Vuelta‘, afirmó, mientras departía con gente de su equipo, esperando ir al podio.
Sobre la carrera, Naranjo dijo que les queda la ‘tranquilidad‘ de que siempre fueron protagonistas. ‘Trabajamos en todo momento para desbancar a Laureano (Rosas) pero nos encontramos con un equipo que trabajó muy bien apoyando a su líder‘, explicó.
Cuando se le preguntó si en un futuro cercano se ve ganador de la malla blanca con vivos azules y no de la que tiene vivos amarillos, Nicolás dijo que ‘si se hacen bien las cosas‘ se puede dar. ‘Creo que preparándola bien, llegando firme físicamente a enero, todo puede ser. Es cuestión de tiempo y de trabajo, espero poder lograrlo‘, dijo con una sonrisa.

