Falta de fortuna, imprecisión en el toque final y un arquero como Champagne encendido fueron determinantes para que San Martín siga de capa caída. Otra derrota, para sumar su octavo partido de visitante sin poder ganar. Esta vez fue ante el alicaído y necesitado Ferro por 1-0, en otra tarde gris para el Verdinegro y no sólo por la lluvia que azotó Buenos Aires hasta minutos antes de iniciarse el juego (que rápidamente drenó), sino porque más allá que cambió el sistema de juego, el triunfo sigue sin aparecer y si ya era preocupante, ahora se llegó al límite, tal como lo expresó Roberval (ver aparte) tras la derrota en Caballito.

Penco se perdió cuatro goles hechos. Galarza otro, dando en el travesaño. Poggi, de frente al arco la tiró por arriba. Y Quiroga, desperdició un mano a mano. Muchas situaciones con enorme claridad y desperdiciadas que pagó con el más alto precio. El de la derrota, que fue inmerecida, pero que termina siendo otra más y no por virtudes del rival, sino por la enorme falta de concreción, más allá de la gran tarde de Champagne en el arco. Y Ferro que necesitaba de la victoria como el oxigeno, encontró un rebote y Herbella derrumbó todas las ilusiones Verdinegras.

El cambio de sistema, ahora sin enganche le dio más trabajo en el medio, claro que empezó sin demasiada generación de juego, pero luchó en la zona gestación para la recuperación, abrió la cancha y así llegó por afuera con peligro.

En los primeros argumentos lo mejor fue por el sector izquierdo, con el pique a la espalda de Sánchez de Federico Poggi y las subidas de Ezequiel Videla. No obstante Ferro llegó antes. A los 11 picó Abán y enfrentó solo a Pocrnjic, que hizo la de Dios y mandó el remate al tiro de esquina.

El sanjuanino contestó sobre los 18′ con el centro atrás de Penco y para que de frente le pegara Videla buscando el segunda palo, pero en el camino Ferreyra la sacó. Y en el envió de esquina el frentazo de Galarza dio en el travesaño.

San Martín presionaba la salida, mientras Ferro buscaba la descarga en García para su creación. Y llegando a los 40′ empezó a gestarse la tarde gris de Penco. El centro de Roberval medido a la cabeza de Sebastián en una contra ideal, que cabeceó solo abajo y Champagne atajó. Y tan grande fue la reacción del arquero que en el rebote que le quedó nuevamente al delantero, le volvió frenar el remate.

El segundo tiempo continuó con el duelo delantero-arquero. Iban 18′, frentazo limpio del goleador y el arquero se volvió a lucir. Si a la mala definición hay que agregarle el mazazo de Ferro, todo cambió luego. Porque a los 20′ llegó el gol del Tren, Pocrnjic dio rebote tras encontrarse con la pelota (estaba tapado) y tres hombres fueron por ella, nadie atoró y Herbella terminó convirtiendo.

A partir de ahí San Martín se desdibujó, pero siguió generando. Poggi envió su disparó por arriba del parante. Messera ingresó para darle mayor tranquilidad y creación sacando a Grabinski.

Al todo o nada. Que pudo ser a los 33′ con una contra en la que Quiroga buscó convertir rematando cruzado, y que en el rebote le quedó a Penco y la mala fortuna lo volvió a condicionar ya que su disparo dio en el palo.

Con esa chance se terminó el partido, la falta de definición fue condicionante para un equipo que ayer mejoró en lo futbolístico, pero de nada sirvió porque no acertó y sigue sin ganar.