Rodeado. Alexis Mac Allister, de Boca, es seguido de cerca por Gonzalo Montiel y Ezequiel Palacios.

El entrenador de River, Marcelo Gallardo, remarcó anoche, tras la igualdad sin goles ante Boca, que desde el juego su equipo no tenía "nada que reprocharse", pero también destacó que le faltó "un día más de recuperación, después del encuentro del jueves por Copa Libertadores con Cerro Porteño, para tener más frescura para jugar este partido".

"No me sorprendió la postura de Boca en cuanto al planteo inicial, pero más allá de eso, de lo poco que ofreció, tengo que mencionar nuestra propuesta, esa que toma riesgos y asume la responsabilidad del protagonismo. Eso no lo vamos a negociar. Nos faltó contundencia, es cierto, pero también un día más de recuperación", indicó Gallardo media hora después de finalizado el primero de los tres superclásicos de esta saga que se inició ayer en la Superliga y finalizará el 22 de octubre en la Bombonera por la Libertadores.

"Así y todo tengo que valorar nuestra propuesta. Desde el juego no tenemos nada que reprocharnos. Siempre intentamos. No me sirve hablar del planteo de los rivales. Si hacíamos un gol tal vez hubiese sido diferente. Pero nos faltó frescura para los últimos metros", describió.

Y al respecto sostuvo que River jugó "con lo que mejor que podía presentar en cancha. No podía dejar de analizar qué jugamos el jueves a la noche. El rival se agrupó bien, tuvimos algunos pasajes de buen juego, de fluidez, pero en los últimos metros nos faltó ese fuego para marcar goles. Me deja un sabor amargo porque fuimos superiores. Es una sensación agridulce porque no fuimos superiores en el marcador". 

Otro que se manifestó en el sentido del entrenador fue el delantero, Lucas Pratto, formado en las inferiores del xeneize pero con gran presente e identificación con el club de Núñez. "Boca hizo el partido sucio y trabado que le gusta a su entrenador. No se podía esperar otra cosa porque se sabe que Alfaro le gusta este tipo de encuentros de sus equipos. Nosotros estuvimos cerca en algunas chances, pero nos faltó estar más finos".

A su vez, Franco Armani, arquero de River, sostuvo que "nosotros salimos a proponer, a buscar el partido, pero ellos cortaban mucho con faltas e hicieron tiempo durante todo el partido".

Sin ningún incidente

Mucho se habló en la previa de este superclásico para que no sucediera el bochorno del 24 de noviembre pasado cuando se debió suspender la segunda semifinal en el Monumental de la Libertadores. Bajo la conducción de manera exclusiva de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, ayer hubo un operativo de seguridad sin fallas. Fue así que esta vez no hubo ningún tipo de conflicto en la esquina de Libertador y Lidoro Quinteros, aquella en la que un grupo de hinchas de River atacó a pedradas el micro de Boca en la previa del partido de vuelta del 2018 y que luego se debió trasladar a Madrid.

El operativo tuvo ayer un total cercano a los 1.600 efectivos, entre Policías de la Ciudad y la seguridad privada que aportó River.

Buscando que no hubieran "provocaciones" se impidió que los hinchas de la Banda armaron dos mosaicos recordando la final en el Santiago Bernabeu. Lo que no se pudo impedir ayer fueron los globos negros que coparon la salida al campo de juego de River. Igual, y más allá del pésimo partido que ofrecieron, en las tribunas todo fue tranquilidad.