El Gobierno de Argentina presentó ayer el nuevo sistema por el cual controlará el ingreso a los estadios de fútbol mediante lectores de huellas dactilares, medida que busca impedir el acceso a las canchas de los hinchas violentos. Un centenar de lectores de huellas serán instalados en los estadios y un sistema informático cruzará los datos de cada persona con las listas de hinchas violentos confeccionadas por los clubes, según explicó el ministro del Interior argentino, Florencio Randazzo.
“Vamos a necesitar la colaboración activa de todos los dirigentes de los diferentes clubes para que suministren los datos de aquellas personas a las cuales no se les puede permitir el acceso a los estadios, más allá de todos los datos que se van a cargar y que tiene la Justicia sobre prófugos y de gente con captura recomendada”, señaló Cristina Fernández.
Un total de 264 personas han muerto en Argentina por causas relacionadas con la violencia que se produce en las canchas. Cinco de estos casos se han registrado en el primer semestre de este año.
El fútbol volverá el domingo, con el arranque del Torneo Inicial, que la presidenta pidió que se llame “Eva Perón”. Asimismo, Fernández pidió que la Copa Argentina lleve por nombre “Evita capitana” y anticipó que la Nación entregará un préstamo de 200 millones de pesos a la AFA, con la misión de sanear a los clubes.