Un día histórico. Para que a más de uno se le piante un lagrimón cuando desde las 18.30 se abran las puertas de ese monstruo de la arquitectura moderna llamado "Estadio Libertadores de América". Pasaron dos años y diez meses (1.055 días) para que el Diablo otra vez regrese a su casa. Donde antes era la legendaria Doble Visera y a partir de ahora será el estadio más moderno de Sudamérica (ver aparte). El huésped para la noche de la inauguración lejos está de ser sencillo, se trata de Colón de Santa Fe que comenzó esta fecha del Apertura como líder.
"El estadio por más que esté hecho nuevo, mantiene su historia". El presidente del club, Julio Comparada, plasmó en esta frase el sentimiento del hincha. Ese que durante la remodelación de su ‘hogar’ debió pasar por nada menos que el estadio clásico rival, Racing, también por Quilmes, Huracán y últimamente Lanús.
El ‘Libertadores de América’ debió lidiar con la crisis financiera mundial. Su terminación parcial estaba pautada para principios del 2009. Comparada, de hecho, debió pedir disculpas por esa promesa incumplida. Los costos, que finalmente ascendieron a 35 millones de dólares cuando en un principio se habló de diez menos, se costearon con las ventas de dos cracks de la última generación: Oscar Ustari y Sergio Agüero.
Los Arsenio Erico, Vicente de la Mata, Omar Pastoriza, sólo por nombrar algunas glorias de la institución, ya no están físicamente. Sí los Daniel Bertoni, Ricardo Bochini, Gabriel Milito, Sergio Agüero. Pero todos, unos acá en la tierra y otros vaya a saber bien dónde, sentirán esa sensación única del nudo en la garganta. No es para menos, su Independiente abre el nuevo infierno…