Un frío intenso. De esos que cala los huesos. Para los espectadores, inhumano. Para los jugadores otro tanto. Igual, el calor de los protagonistas en el tramo final del partido salvó la ropa de una noche anti-hockey. Olimpia le ganó 3-2 a Estudiantil, por la Liga Nacional A-1. Pero así, en el frío intenso, será muy difícil que la actividad tenga incentivos para el público. Tendrán que rever el tema porque si este torneo tiene que terminar antes que largue el Mundial, quiere decir que se jugará en pleno invierno. Y, como están las cosas, parece que justamente este invierno será duro por todos lados.
Igual, en la cancha el partido tuvo sus atractivos. Y, en especial en la última parte, cuando llegaron tres de los cinco goles que tuvo. Es que el primer tiempo salió parejo y sin muchos atractivos. Con demasiadas imprecisiones y solamente dos goles. Mucho tuvo que ver, eso sí, la gran actuación de los arqueros: El Chicho Fraifer para Olimpia y el Turco Kenan para Estudiantil. Sólo los pudieron vencer Pablo Martín y Gastón Ortiz. Entonces ese 1-1 con que se fueron al descanso era justo.
Y, en el complemento, indudablemente el frío hizo lo suyo y los muchachos se equivocaron mucho más que lo que acertaron. Conclusión: 15’ aburridos y mal jugados. Pero bastó que Oviedo metiera dos bombazos (el primero dio en un rival y descolocó a Kenan) para que el termómetro (al menos dentro de la cancha) subiera repentinamente. Porque los dos equipos se trenzaron un un ida y vuelta permanente con muchas emociones. Descontó el Verde (Martín). Pero el local ya no tuvo tiempo para más. En realidad se acordó tarde de mostrar todas las variantes que maneja. Ganó Olimpia. Y lo hizo porque metió leña al fuego antes que el dueño de casa.