Buenos Aires, 7 de enero.- Ortega llegó a las instalaciones del club de Nuñez a las 8.30, se cambió y luego se dirigió al campo de juego para entrenarse con un grupo de compañeros del plantel profesional, práctica que culminó a las 10.20.

A las 11.05 el futbolista se retiró del estadio, conduciendo un BMW deportivo, por la puerta de la avenida Figueroa Alcorta y no detuvo el rodado pese a la prensa presente en el lugar. No obstante, la situación no sorprendió al periodismo ya que no estaba estipulado que el plantel riverplatense atendiera hoy a la prensa.

La presencia de Ortega en el entrenamiento fue por demás lógica ya que es jugador de River y hasta que no haya un definición en cuanto a la rescisión de su contrato debe cumplir con sus obligaciones profesionales.

Ortega conoció la determinación del entrenador López ayer luego de la práctica matutina. El jujeño fue el único ausente en el comienzo del ciclo de López como director técnico oficial de River, a causa de gastroenterocolitis.

Si bien el cuerpo médico que encabeza Luis Seveso constató la indisposición del jugador, los dirigentes se molestaron porque no es la primera vez que el jujeño se ausentaba a un entrenamiento.

Ortega tiene contrato con River hasta el 30 de junio venidero y, además, el club le debe una importante suma de dinero por premios y primas desde hace un año y medio aproximadamente.

El jugador deberá reunirse con el presidente Daniel Passarella para intentar encontrarle una solución al tema.