Minuto 40 de la práctica de fútbol donde Daniel Garnero parecía haber definido los once para mañana recibir a Belgrano. Desborde por izquierda de Federico Poggi, centro atrás para la entrada en el borde del área de Marcelo Carrusca. El ex Estudiantes mete el derechazo y al instante pega el grito de dolor. Esta mañana será el momento de los estudios, pero todo hace indicar que el Chelo sufrió un desgarro en el cuádriceps derecho y por ende estará afuera como mínimo tres semanas. Una lesión más para un plantel que actualmente tiene nada menos que a diez futbolistas descartados por problemas físicos. Justo en el día que por la mañana habían operado a Roberval de la fractura en el pie izquierdo que lo alejará de las canchas hasta el próximo año.
A la pasada y con una terrible bronca, Carrusca solo atinó a responder tras la práctica que “sentí un pinchazo. Tengo mucho dolor. Pienso que me desgarré”. El volante sólo había padecido algunos problemas físicos hace unas semanas cuando se le sobrecargaron los aductores, aunque eso no lo llegó a bajar de ningún encuentro. Esta vez la historia parece más complicada.
Bastó con ver la cara de amargura y fastidio del presidente, Jorge Miadosqui, apenas dejó el camarín y una vez que conoció la lesión que tenía uno de los últimos refuerzos del plantel.
Carrusca comenzó la práctica en su clásica posición de volante por izquierda, aunque alternando permanentemente con Federico Poggi. Es que Daniel Garnero por primera vez en la temporada con otro sistema dejando de lado el ya clásico 4-4-2 y apelando al 4-1-4-1. Los once que el DT puso de movida fueron: Pocrnjic; Galarza, Grabinski, Landa, Mas; Bustos; Bogado, Oviedo, Poggi, Carrusca; Graf. La idea táctica fue tener un mayor control del balón en el mediocampo, uno de los puntos claves que debe mejorar el equipo de acuerdo a la visión del coach. Con la segunda línea de cuatro volantes que puso se aseguraba en parte eso, aunque también es cierto que algunas veces Graf quedó demasiado solo arriba y sin compañeros para descargar en velocidad. Fue una buena práctica más allá del empate en cero ante los suplentes y, sobre todo, por la lesión en el epílogo de Carrusca. Con esta baja, es muy probable, tal cual reconoció el propio Garnero luego del ensayo, que sea Marcos Aguirre su reemplazante. De hecho, el ayudante de campo, Pablo Rotchen, charló con él durante cinco minutos antes de bajar ambos a los camarines.

