Toluca le aplicó otro golpe a Boca Juniors al doblegarlo ayer por 3-2 en el cierre del Grupo 1 de la Copa Libertadores de América en el que el conjunto argentino finalizó segundo detrás de Nacional de Montevideo. Ahora, el equipo de Carlos Bianchi tendrá que esperar la definición de otros grupos para conocer su rival, que no saldrá de Mineiro o Corinthians, de Brasil, Olimpia, de Paraguay, o Santa Fe, de Colombia.

Toluca sacó rápidas ventajas aprovechando los errores que viene mostrando la defensa de Boca. Esta vez fue Leandro Marín el que quedó pagando por el flanco derecho de una defensa parada en línea y lo aprovechó Benítez, quien le ganó la espalda al juvenil.

Desde ahí, siguió siendo más profundo el elenco local que sobre los 15 tuvo otra chance clara cuando Luis Carlos Tejada recibió un centro y su cabezazo fue rechazado por Orion. Boca creció a partir de los 25 minutos. Igual, parecía que el parcial se cerraba con ventaja para el cuadro mexicano, pero, ya en tiempo adicionado, Riquelme ejecutó un córner desde a izquierda, el arquero Sergio Pérez quedó pagando al salir y Somoza estableció el empate.

Toluca retomó el control del juego en el segundo tiempo y a los 13 estuvo cerca con un remate de Lucas Silva se fue cerca. Y esa hegemonía se trasladó al marcador a los 19. Tras una mano en el centro del campo, ignorada por el árbitro colombiano Imer Machado, Benítez sacó un centro desde la izquierda que Santos, de cabeza, empujó al gol. Un golazo de Fernández sobre los 32 -asistencia de Nicolás Blandi y bombazo alto del volante desde la puerta del área- le devolvió la ilusión al elenco de Bianchi. Pero cuatro minutos más tarde, otra vez Santos de cabeza selló el marcador definitivo, que pudo ser aún más amplio si Orion, de buena labor, o el travesaño no salvaban en el cierre al equipo argentino. La derrota dejó segundo a Boca en el grupo 1 y ahora espera rival. Casi todos los caminos conducen a Corinthians y el panorama comienza a oscurecerse cada vez más para este endeble equipo de la Ribera que maneja el Virrey, más que por la clase del probable rival por sus propias limitaciones.