Cuando se conoció la designación de Pablo Díaz para dirigir otra vez un Independiente Rivadavia-San Martín, tal cual ocurrió en este mismo mes el año pasado en Mendoza, a más de uno en Concepción se le formó un nudo en la garganta. Estas presunciones anoche tomaron forma cuando a los 42′ le anuló mal un tanto a Sebastián Penco, que teniendo en cuenta lo apretado del trámite del encuentro, pudo haber sido decisivo.
La jugada en cuestión ocurrió cerca del final de la parte inicial. Torresi le picó una pelota al área de la Lepra para Penco y el nueve la ganó. Metió el cabezazo que terminó en la red del arco de Carrera, pero el árbitro, a instancias del segundo asistente Adrián Fonzo, sancionó off side. Algo que, por muy poco, no fue.
Esto quedó como ‘la mancha’ en el arbitraje de Diaz, quien anoche no tuvo otra sanción que revista polémica. Y dirigió por segunda vez en el torneo al equipo de Hrabina: la primera vez había sido en Concepción y ante Instituto que terminó el triunfo de 2-0 del equipo de Hrabina.
Los recuerdos del Verdinegro con este juez no son buenos. En la temporada pasada falló al convalidar un gol viciado de nulidad de Gabriel Roth que por entonces marcó el 1-1 parcial. Luego, vino el derechazo de Caballero -ausente anoche por suspensión- y el 2-1 final ante el equipo de Pablo Marini. Incluso, en la previa de aquel duelo el jugador sanjuanino, Raúl Antuña, puso dudas sobre el hombre de negro y tuvo consecuencia la separación del plantel por parte de los directivos para desactivar cualquier problema mayor.