Se sabe que la hinchada de Huracán Las Heras lleva mucho público a los estadios en los que juega su equipo. Es por eso, que a pesar del caluroso clima, más de un centenar de aficionados se acercaron al Estadio 12 de Octubre. Y si bien durante los 90 minutos el encuentro se desarrolló con normalidad, hubo un toque de atención antes de salir de la cancha, como para no romper con la costumbre. Mientras saludaban al equipo ciertos hinchas mendocinos se negaron a salir y la Policía actuó de inmediato. Tal vez eso desató la ira para intercambiar golpes durante unos minutos con los uniformados.

La parcialidad de Unión no fue ajena a los disturbios ya que aprovechó ese encontronazo de los visitantes para agredirlos con algunas piedras.

Previamente, a la media hora de partido, Nataliccio (de Huracán) se fue expulsado y algunos se acercaron al alambrado a cruzar insultos con el jugador que devolvía con señas. Esto generó que los policías presentes intentaran calmar las aguas. No lo lograron y ante el reclamo de los hinchas, que compararon el accionar de los oficiales sanjuaninos con los de Mendoza, un fanático se fue detenido en un móvil policial

El roce previo (con el jugador mendocino que ya estaba en el banco) continúo hasta el final de partido con todos los suplentes y cuerpo técnico lasherino.

Luego del pitazo final de Toledo y del saludo de los jugadores anfitriones con su público, los futbolistas visitantes intentaron ingresar al túnel dos veces antes de cumplir su cometido. En ambas situaciones la gente del Azul los amenazó con botellas de agua y algunas piedras que cayeron al césped. Afortunadamente no pasó a mayores y el conflicto se detuvo. Eso sí, después de abrir las puertas en el estadio, otra persona del equipo local se fue en patrullero por +desorden+, informó un agente de la Comisaría 6ta.

Cabe destacar que la popular Sur, donde se ubica la parcialidad local se comportó correctamente ante el nerviosismo de algunos plateístas locales.