Festejó tirando ráfagas con una imaginaria metralleta, emulando a Emanuel “Chino” Saldaño, el ídolo rawsino que inspiró la formación, primero del equipo “Rawson Somos Todos”, que desde este año se denomina “Municipalidad de Rawson Somos Todos”. Comparte apellido aunque no los une ningún parentesco con uno de los ciclistas más ganadores del Siglo: Héctor “Willy” Lucero. Se llama Daniel, le dicen “Paco” sorprendió a San Juan ganando el campeonato de invierno que organiza el Cicles Club La Bebida en 2014 y desde el año pasado es el ciclista más encumbrado del humilde conjunto auriazul. “Arrimaba pero no bochaba”, hizo varios podios pero no podía ganar. Ayer salió de “zapatero” y le dio a su conjunto la victoria en el circuito “Azul”.
El triunfo del pibe que hace tres temporadas dejo su casa riojana para radicarse en San Juan poniéndole alas a sus expectativas de crecimiento en el deporte que lo apasiona, se dio en la carrera con menos inscriptos de la temporada, sólo 47. Dato que no resta méritos a su triunfo porque en las arterias pocitanas estuvieron completos dos de los conjuntos más ganadores, los locales de la Municipalidad de Pocito y el elenco de la Agrupación Virgen de Fátima. Sólo Emiliano Contreras defendió los colores del continental SEP-San Juan.
La carrera tuvo alternativas cambiantes durante dos tercios de su desarrollo con fugas que sacaban de la modorra al pelotón y generaban rápidas escaramuzas.
Todo cambió cuando se cumplió el antepenúltimo giro (de cinco) en territorio pocitano. Juan José Ochoa y Ramón Aguirre sacaron media cuadra a su favor. Unos metros más adelante se les sumaron Sergio Aguirre y Daniel Lucero. Casi “sin querer queriendo”, como decía El Chavo, fueron ampliando la diferencia. Al completar el penúltimo giro se sumaron al grupo Juan Carlos Barón y Franco Luna. En ese instante el pelotón estaba a 1 minuto. Diferencia que podría haberse esfumado en los últimos 20 kilómetros, si municipales pocitanos y “piqueteros” hubieran unido fuerzas. No lo hicieron. Y por aquello de que “mientras los gatos pelean los ratones engordan”, el racimo de hombres que lideraba la carrera se fortaleció en el hambre de victorias y en el embalaje reducido, Daniel Lucero consiguió imponer su punta de velocidad sobre el resto.