La trigésimo séptima edición del Rally Dakar, la séptima consecutiva en suelo sudamericano desde su mudanza en 2009, se puso en marcha ayer con una largada simbólica en Plaza de Mayo a la que asistieron miles de fanáticos. Apenas minutos después de las 15, los cuatriciclos comenzaron a llegar a la plaza más importante de la ciudad, que ya estaba colmada por miles de fanáticos que deliraron con cada demostración de los pilotos previo a la largada simbólica en la rampa ubicada frente a la Casa Rosada.

Poco le importó a los fanáticos el intenso calor de las primeras horas de la tarde o el sol que castigó de lleno sobre la plaza. Los pilotos agradecieron cada muestra de afecto, algunos con maniobras que generaron ovaciones. Como sucedió en las siete ediciones sudamericanas del Dakar, el estadounidense Robby Gordon, a bordo de su Hummer, fue el más ovacionado por el público cuando le regaló a los fanáticos el tradicional salto en la rampa.

Fuente: DyN.