Racing pretendía "un salto de calidad" con la contratación de Lothar Matthaus, pero el entrenador alemán se quedó en su casa y el equipo argentino al borde del abismo por su grave crisis futbolística. Ayer por la madrugada, el alemán decidió no viajar a Argentina, en una situación catalogada como papelón.
Aunque en Racing lo desmienten, el alemán habría anunciado su decisión por mensaje de texto, según la prensa alemana. Mientras que la vapuleada dirigencia de la Academia dice que lo de Matthaus es una vergüenza, el ex 10 de la selección alemana afirma que no estaban los avales bancarios para iniciar su aventura en Argentina.
Los dirigentes de Racing habían acordado lo económico y lo deportivo para que el alemán se hiciera cargo del equipo, y Matthaus había pedido dirigirlo este mismo sábado, cuando Racing reciba en su estadio a Atlético Tucumán.
Pero, a pocas horas de viajar a Buenos Aires, desde Munich, Matthaus cambió algunos de los acuerdos a los que se habían llegado, según la dirigencia del club de Avellaneda.
Entre los pedidos, el alemán solicitó cambiar el hotel que la dirigencia había conseguido (El Faena Hotel, en Puerto Madero) y el colmo llegó cuando marcó que necesitaba que su mujer, una ucraniana de 22 años, tuviera un trabajo.
Además, el alemán solicitó garantías bancarias en distintas entidades y otras cuestiones menores, que fueron consideradas como "extravagantes".
En la otra vereda, explicó Matthaus en su página web oficial: "Tras pensarlo mucho tiempo tengo desgraciadamente que rechazar la oferta de Racing. La falta de una garantía bancaria habitual para la seguridad económica del contrato fue crucial en la decisión de no arreglar con Racing, debido a las dificultades financieras dentro de la asociación en el pasado".
"De parte de Racing habían sido cumplidas todas las condiciones" que puso Matthaus, citó el diario alemán "Bild" a Juan Cobián, uno de los asesores que participaron en las negociaciones. "Lo de Matthaus fue poco profesional", completó Molina.

