Tiene 24 años, nada más, y en las vitrinas de su casa de Zipaquirá ya hay dos trofeos emblemáticos del ciclismo mundial: el del Tour de Francia 2019 y el del Giro de Italia 2021. Quien se lo cruza por la calle no se imagina que ese flacucho es propietario de un poderío enorme en sus piernas y, también, posee un corazón enorme que le permite aplanar las subidas más duras como el Zoncolán italiano o el Alpe d"Huez o el mont Ventoux francés. Egan Arley Bernal, quien en 2014 llegó a pedir por Internet ayuda para juntar el dinero que le permitiera participar de una competencia de mountain bike, es hoy por hoy el ciclista más importante del pelotón World Tour. Ganador de la camiseta verde del mejor sub-23 de la Vuelta a San Juan 2017, competencia en la que fue top-ten clasificando noveno en la general ganada por el holandés Bauke Mollema (Trek). El "Niño", como le decían cuando Gianni Savio lo contrató por tres años para el Androni-Gioccatoli Sidermec, equipo italiano Procontinental que se caracteriza por abrirle las puertas de Europa a ciclistas latinoaméricanos.

Bernal tendrá un merecido descanso y luego le apuntará a la Vuelta a España.

Sus dotes de escalador le permitieron ganar las últimas dos etapas del Tour de Sibiu y quedarse con la general. También en ese 2017 se impuso en las etapas de ascenso y quedarse con el Tour de Savoie Mont Blanc. A esas dos pruebas se agregaron las dos últimas etapas y la general del Tour de l"Avenir. Sus victorias sedujeron al, por entonces, director deportivo del equipo World Tour inglés SKY, desde 2019 INEOS, Nicolás Portal, español fallecido el año pasado, que pidió su incorporación. Como a Egan le quedaban dos años más de convenio con la escuadra italiana al pase se concretó en la suma de 300.000 euros. En ese 2018 fue uno de los gregarios más firmes para que Geraint Thomas ganara el Tour. Todo el mundo sabía de su potencial, pero no esperaban que explotara tan rápido. En 2019 asumió con autoridad la jefatura de filas de la formación británica en el Tour y lo ganó apoyado en su regularidad. Después de un 2020 atípico por el coronavirus y porque no pudo superar una lesión en la espalda que limitó sus chances en el Tour, reapareció con todo en la 104º edición del Giro, ganando el domingo pasado con la sapiencia de un veterano. Un "fuoriclasse" como dicen los italianos. Les pasó el trapo a todos sacando ventajas importantes en cada ocasión que el terreno se inclinaba hacia arriba y controlando al resto. Tiene 24 años y logró algo que sólo consiguieron los grandes: ganar un Tour y un Giro antes de los 25 años como Gino Bartali, Felice Gimondi y Eddy Merckx. Apenas terminaba de levantar su trofeo con el fondo de Il Duomo comentó cuál será su próximo objetivo. "Quiero ganar la Vuelta de España, para tener las tres grandes". Bernal, al que lo ayuda la edad para repetir victorias como las ya logradas, no anda con chiquitas. Ahora va por un logro que sólo pueden exhibir siete ciclistas: Eddy Merckx, Bernard Hinault, Alberto Contador, Vincenzo Nibali, Jacques Anquetil, Felice Gimondi y Chris Froome. Muchos se preguntan por el techo del escalador colombiano. Con lo demostrado en el Giro se puede afirmar que su techo es el cielo, ese que alcanza con las manos cuando festeja una victoria en la cima más alta de alguna etapa.