El árbitro Germán Delfino admitió ayer que dirigir el Superclásico que jugarán mañana River y Boca “es un desafío nuevo que aparece” en su carrera y afirmó que espera que sea un partido “distinto” al de la Bombonera.

“Este partido es como los dos primeros superclásicos que me tocaron, como los cuartos de final de la Libertadores entre Newell’s y Boca, son metas que uno se va planteando”, dijo Delfino en una entrevista con el canal TyCSports. Para el árbitro internacional, “el primer partido fue muy friccionado” y por eso espera “que el jueves sea distinto. Por ahí no se da, se da de pierna fuerte y hay que estar atento pero eso no me condiciona ni me hace ir mal predispuesto”.

“Uno puede armar algo pero arranca el juego y una situación cambia todo, hay que estar atento, hacer un gran sacrificio físico para estar en la mejor posición y tomar la mejor decisión”, remarcó Delfino, quien agregó que “uno planifica pero vamos a ver cómo se da. Va a variar según cómo se desarrolle”.