Goleador récord. Julián Montoya suma cuatro tries en el Mundial y es el hooker con más anotaciones en la historia argentina.

Los Pumas se jugarán sus últimas chances para poder avanzar a cuartos de final del Mundial cuando juegue en la madrugada del sábado (5 horas de nuestro país, por ESPN) ante el poderoso equipo de Inglaterra, con la necesidad de vencer, en partido por el Grupo C.

La derrota de Los Pumas en el debut ante Francia (21-23) no le deja margen a otro revés y ahora se ve en la necesidad de superar a Inglaterra, tercero en el ranking mundial, para llegar a la última fecha ante Estados Unidos con chances de pasar a cuartos de final. Por lo tanto, si pierden no habrá futuro en el Mundial.

Un desempeño inesperado el de Argentina. En su segunda presentación le ganó a Tonga (28-12) pero sin convencer y en ambos partidos se "regaló" un tiempo, ante los franceses el primero y con los isleños el segundo.

No se puede avanzar en una Copa del Mundo con esas licencias y ello se le agrega importantes fallas en el juego y en las individualidades.

En los 160 minutos jugados Argentina mostró falencias en el tackle, falta de efectividad en el contacto, recurrentes errores en el manejo del balón y desconcentración.

Los backs del equipo de Mario Ledesma también están en deuda y como muestra vale recordar que de los seis tries marcados por Argentina sólo el de Santiago Carreras, que fue suplente ante Francia, fue de los backs, los otros los anotaron forwards, cuatro de Julián Montoya y uno de Guido Petti.

Las dudas también se plantearon en la pareja de medios. El medio apertura Nicolás Sánchez (que no estará ni en el banco ante los ingleses) había mostrado un bajo nivel en el Championship y continuó con la merma ante Francia, situación que derivó en su reemplazo por Benjamín Urdapilleta.

A favor de Argentina están las formaciones fijas ya que el scrum y el line no desentonaron, sumados a un maul productivo y con el cual se suma en el tanteador.

Inglaterra fue a Japón a ganar el mundial, el equipo que dirige el australiano Eddie Jones quiere ser campeón y tras ganarle a Tonga (35-3) y Estados Unidos (45-7) sumando 11 tries y con algunos suplentes ante los Isleños, se preparan para jugar ante Argentina Francia y ya los "mano a mano" hasta la final.

Inglaterra es superlativo en lo técnico y físico. Tiene un medio apertura notable en George Ford, hace todo bien y es excelente jugando con los pies, una defensa que es un muro y un scrum que es de los mejores del mundo. Además, los ingleses son contundentes pateando a los palos ya sea con Ford (10 puntos ante Estados Unidos) u Owen Farrell (15 ante Tonga) y cuentan con dos notables extranjeros, el tercera línea australiano Billy Vunipola y el centro samoano Manu Tuilagi.

Opinión

Cuando la esperanza es lo único

Por  Gerardo Alaniz

Hasta ahora Los Pumas fueron "coherentes" con los 160 minutos que disputaron del Mundial. Ratificaron sus errores ya añejos de manejo de la guinda, la falta de contundencia reciente en el tackle y la carencia de jerarquía para afrontar momentos cumbres. La consecuencia es lógica, más allá de la victoria y la caída que cosechó en tierra nipona: están obligados a ganarle a Inglaterra para seguir con vida. ¿Hay chances de hacerlo? Sí. ¿Es un milagro concretarlo? No, pero...

Dicho de otra manera, para que Los Pumas puedan ganar mañana en Tokio la ecuación se ve más sencilla del lado que la Rosa tenga un pésimo juego más que los argentinos destacarse. Es decir, depende más del rival que de los propios jugadores nacionales.

En este panorama, la responsabilidad de Mario Ledesma es inmensa.

Lo "deja" en evidencia el subcampeonato del Súper Rugby reciente con casi los mismos jugadores. Es cierto que es otro tipo de torneo y pero Ledesma nunca pudo darle un buen funcionamiento al equipo desde que asumió en agosto del año pasado.

Da la impresión que su idea aún está (muy) lejos de verse plasmada en la cancha. Los jugadores dan la sensación de jugar siempre al mismo ritmo cansino y eso, en la elite mundial, es condenarse a la intrascendencia.

El corazón de estos Pumas tampoco asoma como un punto a destacar. Se observa desde afuera escasez de "caciques".

Pablo Matera, quien ostenta la capitanía, no parece encuadrar como ese líder que guía a un equipo a una hazaña como sería vencer los británicos.

"Siempre hay que creer", pregona una y otra vez Marcelo Gallardo. Claro, el Muñeco tiene con qué en su River. Estos Pumas deberán demostrar que hay con qué confiar en ellos. Por el momento, solo la esperanza es la bandera.