Sportivo sacó un punto en Paraná ante Patronato que de entrada suena a positivo, porque comenzar en este cuadrangular de la fase final no perdiendo de visitante en teoría sirve mucho. Pero podría haber sido mejor, porque el equipo local jugó 65 minutos con un hombre menos y esa ausencia fue clave para el desarrollo del partido. La mayor parte del tiempo Sportivo fue el que tuvo la pelota y Patronato creó peligro de contragolpe, como si la localía estuviera invertida. La mitad del vaso lleno indica que se sumó un valiosísimo punto de visitante (que con eso alcanza siempre y cuando se ganen los partidos de local). Y en la otra mitad del vaso quedaron dos puntos más, que hubiera significado un arranque soñado para este cuadrangular.
Esa fue la última sensación del partido, pero también es cierto que Patronato lo podría haber ganado. De hecho, el ‘Rojinegro’ comenzó mejor el encuentro, con el tridente ofensivo bien encendido. Muller bajaba unos metros para pivotear, Jara aplicaba muy bien su gambeta en velocidad y Brítez mostraba instinto de goleador. A los 7 minutos, la primera fue para el local, en un tiro de esquina que conectó el lateral Márquez y la pelota dio en el travesaño.
En Desamparados, el nuevo dibujo del 3-4-1-2, mostraba una pérdida por la derecha, a espaldas de Lucas Ceballos, ya que Darío Medina se tenía que cerrar para marcar a uno de los delanteros y ahí se generaba un hueco. Y por ahí llegó el gol. Asistencia a una proyección de Márquez, que tuvo tiempo para levantar la cabeza y enviar el centro rasante para que Brítez se anticipara y con la punta del botín colara la pelota en el ángulo de Pelayes. Gol que tranquilizaba al local.
Sportivo tuvo la primera con un cabezazo de Medina en un tiro de esquina que obligó a una buena atajada de Bértoli. Pero el local seguía haciendo negocio por la derecha de Sportivo y en un centro de Jara, Muller le faltó dos milímetros para llegar bien a la pelota y convertir el segundo. Iban 24 minutos y Patronato tenía todo controlado.
Pero el fútbol tiene esas cosas que lo hacen único. En 3 minutos cambió todo. A los 25′, Brítez le metió un innecesario codazo a Juan Sosa en la mitad de la cancha y el árbitro rosarino vio la acción de frente. No dudó ni un segundo en mostrarle la tarjeta roja al goleador. Y 3 minutos después, en un pelotazo al área local, Molina no la pudo tomar bien y el rebote le quedó servido a Arrigo, que pudo meter un derechazo que significó el empate. Fueron dos tragos amargos para el local y Sportivo equilibró el trámite.
En el complemento, salvo los 5 minutos iniciales de furia de Patronato, Sportivo manejó el partido. Fue importante el crecimiento de Lucas Ceballos, que empezó a recibir más pelotas y a encarar con decisión para enviar el centro. En el local, el arma principal era pelotazo a Muller para bajársela a Jara y esa receta generó dos claras. A Desamparados le faltaba profundidad y Magistretti se la jugó con el ingreso de Santiago Ceballos por Chica, que tenía amarilla y podía ver la roja en cualquier momento. A esa altura ya había entrado Núñez por Garrido y Desamparados generó 5 situaciones clarísimas de gol. Arrigo tiró dos por arriba, a Lucas Ceballos y a Dani Gómez le sacaron el gol en la línea, y en el minuto 44, Núñez encaró solo hacia el arco, pero fue derribado de atrás por Zuvinikar, que también se fue antes a las duchas. Con 9 hombres en la cancha, Patronato apostó a no perder, Desamparados tuvo otra más a través de Santiago Ceballos, pero otra vez un defensor salvó la caída en la línea. Pitazo final. Era un punto en el bolsillo, pudieron ser tres. La premisa número uno Desamparados la cumplió: empezó jugando de visitante y no perdió.