El plantel de Unión se juntó a las 20, luego de un día sin entrenamiento que tuvieron para distenderse, estar con los suyos y tener la cabeza relajada sabiendo que mañana estarán ante el segundo escollo buscando el ascenso al Argentino A. El lugar fue el CIC (Centro Integrador Comunitario) de Rawson, que está a pocas cuadras de su cancha. Allí cenaron y sobre las 22 uno a uno fueron subiendo al colectivo, previo saludos con los hinchas que los fueron a despedir, para emprender el viaje a Salta, donde mañana a las 22 jugarán su segundo partido del Pentagonal final.

Una mesa larga, milanesas con puré y Víctor Hugo Cabello (DT) en la punta. Así fue la cena, con mucha alegría, esperanzas que toman más cuerpo a medida que se acerca el partido ante el Albo, y más con los últimos antecedentes jugando fuera de casa como fue cortarle el invicto a Trinidad en su reducto y traerse la clasificación de Mendoza venciendo a San Martín.

Lo de comer todos juntos ya viene de los últimos tres partidos: antes de viajar a Mendoza, en la previa del choque del sábado ante Guaraní y la de anoche. "Parece que lo tomaron cómo cábala", dijo uno de los jugadores. Lo cierto es que ya se hizo un hábito y más allá que el menú nunca se repitió (primero fue asado y luego pollo) al grupo le sirve para consolidar más la unión que es el signo que los ha caracterizado en estos últimos meses.

"El viaje ni lo vamos a sentir, con el ánimo que tenemos todo se hará más corto’, dijo el delantero Federico Acevedo en referencia a los casi 1.150 kilómetros que los separan hasta la provincia norteña.

La misma alegría que mostró el cordobés, la evidenciaron el resto del plantel que fueron apoyados como siempre por los hinchas que hoy tendrán su turno para viajar e ir a alentar al Azul. "Suerte Carlos" por Biasotti, "Vamos Víctor Hugo" en referencia a Cabello, fueron las palabras de aliento del centenar de seguidores que los esperaron hasta que terminaron de cenar para ofrecerles su apoyo incondicional. Ese fue otro punto a tener en cuenta ya que por Villa Krause todo es felicidad y se lo transmiten a los jugadores.

Anoche partió Unión, con los bolsos llenos de ilusiones, sabiendo que ganar afuera viene siendo moneda corriente y que de lograrlo habrán dado un paso gigante hacia el objetivo deseado.