Medio metro de agua es el que pasaba por el denominado Río Marayes. Así se veía desde el lugar por el que debía atravesar el pelotón.
 

 

El lanzamiento de la carrera se retrasó media hora porque los dirigentes del Caucete Pedal Club habían recibido la noticia que por los badenes de la Ruta 141 cruzaba mucha agua. En las proximidades de Guayama el agua atravesaba el asfalto con unos 5 cm de altura. En otro anterior sólo quedaba material de arrastre. El tema fue cuando se pasó la Difunta Correa. Antes de Bermejo ambos costados de la ruta estaban anegados y en un badén el agua llegaba a los 10 cm (foto superior), lo que no fue impedimento para que lo pasara el pelotón y toda la caravana.

La historia de la carrera cambió antes de subir la Cuesta de Marayes. La creciente, que “bajaba desde Las Liebres” (localidad ubicada en el triple límite de San Juan, La Rioja y San Luis) según explicaban los lugareños había cortado la ruta. El agua lentamente seguía su curso y la altura máxima superaba los 0,80 metros. Solamente algunos camiones y camionetas se animaban a pasar.

A ese lugar, ubicado a 98,2 kilómetros de la largada se arribó a las 10:35 y recién a las 14,05 se pudo cruzar para retomar la competencia, que culminó a las 16:06.