Boca Juniors desperdició anoche una ventaja de dos goles y la chance de quedar como único líder del torneo Clausura de fútbol, al empatar como local contra Lanús, 2 a 2, en partido de la séptima fecha del certamen.

Pablo Mouche (39m PT) y Juan Román Riquelme (41m PT) anotaron los goles de Boca, que terminó con diez jugadores por la expulsión en el complemento de Clemente Rodríguez; Mariano Pavone (42m PT) y Paolo Goltz (10m ST) igualaron para Lanús.

Con este resultado, Boca es escolta junto a Tigre, a un punto de Estudiantes, aunque hoy también puede alcanzar la cima Vélez, si le gana a Newell’s.

El primer tiempo fue de menor a mayor: durante los 15 minutos iniciales, y por la superpoblación de volantes con la que salió a la cancha, Lanús logró disputarle el dominio del balón a Boca.

Pero cuando Riquelme encontró espacios, se soltó de las marcas y empezó a manejar los hilos de su equipo, Boca se hizo superior.

El arquero de Lanús debió esforzarse a los 32m para detener un cabezazo de Rolando Schiavi y se lució para sacar al corner un tiro cruzado del propio Riquelme, a los 38m. Allí llegaron los cinco minutos de locura de la etapa inicial del encuentro.

Y el que se benefició fue el equipo de Julio Falcioni: primero a los 39m, cuando Pablo Mouche tiró un centro desde la derecha que se fue cerrando por detrás de Marchesín hasta convertirse en el 1-0; y luego a los 41m, cuando Riquelme aprovechó un rebote tras una buena jugada colectiva y estiró la diferencia.

Lanús, que parecía perdido, descontó a los 42m: Mariano Pavone, que mantuvo un duelo particular con la hinchada local (el recuerdo de su paso por el River que descendió a la B Nacional), descontó a los 42m al cabecear un buen centro desde la derecha de Araujo; y enseguida lo desperdició Valeri, solo, mano a mano con Orión.

El segundo tiempo tuvo un comienzo frenético, con Boca yendo por más y Lanús hacia el empate. Y en la pelea de este pasaje del partido ganó el "Granate", cuando Orión salió mal en un córner (que había generado con una atajada espectacular), y Paolo Goltz puso la cabeza para establecer el 2 a 2.

Un gol anulado inmediatamente a Camoranesi, en evidente posición adelantada, y la expulsión de Clemente Rodríguez terminaron por minar las intenciones ofensivas de Boca, que resignó a Erviti para reacomodar la defensa con el ingreso de Juan Sánchez Miño.

Hasta el final fue Lanús el de mejor imagen. Después de remontar la desventaja, su sensación era ya de todos modos placentera. Todo lo contrario que en Boca.