Argentina derrotó ayer 111-107 a Brasil tras dos tiempos suplementarios en el estadio Arena Carioca 1 de Río de Janeiro y se aseguró un lugar en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos a falta de un partido por el Grupo B. Andrés Nocioni y Facundo Campazzo brillaron con, tal vez, sus mejores partidos en el seleccionado y fueron quienes llevaron al equipo a la victoria. ‘Chapu‘ culminó el juego con 37 puntos (8/12 en triples) y 11 rebotes, mientras que el base cordobés finalizó con 33 tantos y 11 asistencias.
Argentina inició el juego apresurado, con algunas malas decisiones en ataque, pero cuando afinó la puntería sacó una buena diferencia. El segundo cuarto tuvo a un Brasil apabullante, que hizo más del doble de puntos que Argentina (33-16) y tuvo a Benite inspirado con 13 tantos. De esa manera, Brasil pudo sacar una tranquilizadora ventaja de 52-44 antes del descanso y dejó a Argentina con varios puntos a trabajar. La charla técnica dio resultado y la actitud mejoró, de hecho Argentina logró volver a ponerse al frente, pero no pudo mantenerse y llegó al último cuarto con una desventaja de cinco puntos. El último segmento fue cerradísimo, tanto que hasta la última pelota no se definió el resultado. Es más, en la última tampoco, porque a falta de tres segundos Nocioni, el mejor jugador del partido, igualó con un triple agónico el marcador 85-85 y luego Huertas no acertó su tiro sobre la chicharra.
En la primera prórroga no lograron sacarse ventajas y Emanuel Ginóbili tuvo la chance de definirlo en la última bola, pero no pudo mover el 95-95 y se tuvo que ir a un segundo suplementario. Argentina salió decidido a liquidar el partido para conseguir la clasificación y de la mano de un enorme Campazzo hizo un parcial de 8-0, pero Leandrinho Barbosa, que no tenía puntos, se despachó con 11 y mantuvo en partido a Brasil. Faltando 3 segundos y con dos puntos de ventaja, Carlos Delfino tuvo la oportunidad de liquidarlo desde la línea de tiros libres, pero falló ambos lanzamientos y quien sí lo logró fue Ginóbili, que capturó un rebote bárbaro, recibió la falta, embocó las dos pelotas y generó la celebración eufórica de todo el plantel y los muchísimos argentinos que fueron al estadio. Una película, con final feliz…

