Una película repetida. Una historia que ya vivió y sufrió este mismo Atlético San Martín volvió a dejarlo con las manos vacías afuera de San Juan. Jugando bien, con un gran segundo tiempo en el medio y con el alto precio de no haber sabido convertir lo que generó, el Verdinegro cayó sin merecerlo ante Almagro por 1-0. El único gol del partido que se jugó en Villa Raffo, lo marcó Maximiliano Rueda a los 40" del primer tiempo, cuando ninguno de los dos había hecho algo más como para sacar su ventaja. Ese gol del Tricolor terminó teniendo un alto costo para el planteo de San Martín que intentó siempre protegerse con la pelota, ser prolijo y vertical casi siempre. Le alcanzó para sostener el empate en esa primera etapa hasta que llegó el error en la cobertura de Rueda y en el complemento, el equipo de Antuña tuvo la lucidez para cambiar de libreto sobre los 10" de esa fracción y desde ahí buscó el empate con fútbol pero sin contundencia. Generó mucho, desperdició mucho y no ligó nada. Eso hay que admitirlo. Es que la más clara de todas fue una postal de la mala fortuna sanjuanina cuando Matías Giménez cabeceó al gol cuando iban 24" de la segunda parte pero su remate dio en el palo izquierdo de un arquero como González que ya nada podía hacer. Debió ser el empate pero no lo fue.

Antes de esa chance perdida hubo un partido demasiado parejo en el primer tiempo. San Martín con su habitual esquema supo sostener la igualdad y protegerse de las ambiciones limitadas de un Almagro que nunca pudo hacerse dueño del partido. Todo era más que parejo hasta que apareció ese gol de Rueda, entregandole al Tricolor un excesivo premio.

En el complemento, Antuña leyó bien el plan de partido y cambió modelo ofensivo. Con Ramírez, González y Ruiz decidió darle buen pie y otra movilidad al ataque verdinegro y le salió. Arrinconó a Almagro y empezó a hacer figura al arquero local. Ramírez primero, Escudero después, el palo de Giménez y otra que despejó Valdez en la línea cuando entraba fueron testigo del dominio sanjuanino. Pero otra vez, esa atractiva apuesta volvió a quedarse sin nada. Pasó en Río Cuarto y se repitió en Almagro. San Martín repitió esa falta de contundencia que lo condena. No alcanza ya con jugar lindo y ser protagonista. Una flaqueza que lo vuelve a castigar, aunque no lo merezca pero en el fútbol, se gana con goles.

El próximo

En la fecha 16, San Martín volverá a ser local en el Pueblo Viejo recibiendo a Nueva Chicago en duelo de verdinegros buscando volver a la victoria.