El domingo, en Río Cuarto, Peñarol escribió lo que hasta ayer era su último capítulo en la temporada del "Federal A" con la goleada de 8-2 sufrida contra Atenas. Era el punto final a una temporada repleta de desaciertos que le valieron perder la categoría varias fechas antes del cierre. Pero, la Asociación del Fútbol Argentino, encabezada por el sanjuanino Claudio Tapia, decidió en la jornada del lunes darle una vida más al Bohemio y a los otros tres equipos que deberían descender de acuerdo a lo pautado en el arranque de la temporada. Es que el Consejo Federal decidió que esos cuatro equipos disputen dos llaves mano a mano, en cancha neutral y en fecha a confirmar, para determinar, lo que finalmente serán dos descensos. Es decir no habrá cuatro clubes perdiendo la categoría, sino solamente dos. De esta forma, Peñarol quedó emparejado con un grande del interior del país como Juventud Antoniana de Salta; mientras que del otro lado se medirán Liniers de Bahía Blanca ante Gimnasia de Concepción del Uruguay.

Se trata de una nueva medida polémica de Chiqui y compañía, pues como ocurrió en la Primera Nacional, se cambia el sistema de descensos ya con el certamen finalizado. Una desprolijidad nueva que le brinda una posible salvación a Peñarol, que deberá afrontar este partido ante los salteños a todo o nada, con el plantel reducido que mantiene pues varios de sus habituales titulares se fueron alejando en la agonía del campeonato y cuando el descenso ya era irreversible. El que decidió mantenerse hasta el final en la conducción técnica fue Ricardo González y tendrá esta nueva oportunidad para salvar a Peñarol de una situación más que crítica.