Buenos Aires, 4 de enero.- La Motoneta rugió en los instantes más calientes. Nunca abandonó a Independiente, al contrario lo salvó de sufrir derrotas. Por esa razón, Sebastián Penco fue bautizado por los hinchas como el delantero de los goles importantes, el que aparecía para resucitar al equipo. Sin embargo, Jorge Almirón decidió apagarle el motor, ya que nunca le agradaron sus características. Así, culminó la etapa del punta en Avellaneda, y ahora tendrá dos caminos: al club llegó una oferta de Once Caldas de Colombia, que jugará la Copa Libertadores; mientras que su representante cuenta con una propuesta de un equipo de Chile.

Penco fue el delantero de mejor promedio de gol del plantel durante el último torneo: cinco en doce encuentros. Abrió la cuenta personal con el empate parcial frente a Olimpo, en Bahía Blanca, para que luego el Rojo ganara con un tanto agónico de Mancuello. Aquel encuentro fue el primero como titular en el torneo. A la fecha siguiente, Almirón lo mantuvo entre los 11 iniciales y Motoneta le retribuyó la confianza con la igualdad temporal contra Racing, en el Libertadores de América. Y un ratito después, se repitió la fórmula ganadora: grito de Mancuello...

Una floja actuación en la cancha de Banfield le hizo perder el lugar. Pasaron cuatro partidos sin jugar, y en el quinto Penco entró un rato ante Defensa y Justicia para meter la parda. Sin embargo, ese grito lleno de desahogo no alcanzó para avanzar en la consideración del técnico. No jugó contra San Lorenzo ni Tigre. Entró un rato en la caída (0-1) con Gimnasia LP, hasta que volvió a meterla para darle oxígeno al Diablo en Sarandí (1-1 con Arsenal). El último rugido fue en el 4-1 a Lanús Y si bien terminó el torneo como titular, Almirón le bajó el pulgar. Así, la Motoneta que ayudó al ascenso con cinco tantos, y en Primera salvó las papas del fuego, se quedó sin pista para festejar.