España, 19 de enero.- "Vergonzoso Pepe", tituló el periódico Marca. "Pepe la lía: teatro y pisotón a Messi", escribieron en As. Y el diario El País se refirió a la situación de la siguiente manera: "Pero cuanto más pasaban los minutos, más se desquiciaba Pepe".

A falta de 11 minutos para que finalizara el encuentro entre el Real Madrid y el Barcelona, el entrenador, Mourinho, decidió darle descanso a su fiera. Para ese entonces ya había recibido tarjeta amarilla por un duro cruce a Sergio Busquets, había simulado un golpe que nunca asestó Cesc Fábregas y había dejado su huella en la mano izquierda de Lionel Messi.

A su salida, el Santiago Bernabéu lo reprobó con silbidos hirientes. Pero su ira no le permitía escuchar.

Jugadores de ambos bandos se refirieron al respecto. Los del blaugrana reprocharon la violencia que el zaguero repartió por todo el campo. Y los merengues decidieron defender, una vez más, a su compañero.

El técnico, no menos polémico, intentó no responder las preguntas que se le hicieron acerca de lo acontecido, pero llegó un momento en el que no pudo hacer oídos sordos en la conferencia de prensa posterior al cotejo y debió aceptar: "Si lo de Pepe es intencionado, es censurable".

Incluso futbolistas ajenos a la cuestión se enfrentaron por lo hecho por el lusitano. Wayne Rooney, en simultáneo al partido, publicó en su cuenta de Twitter (@WayneRooney): "Pepe, qué idiota eres. A veces, la gente te provoca". Y cuando Barcelona definió el cruce de ida por los Cuartos de Final de la Copa del Rey, con el tanto de Eric Abidal, el delantero del Manchester United agregó: "Ja ja. Te mereces ese gol, Pepe".

Pero un ex madridista, José María Gutiérrez Hernández, "Guti", salió en defensa del acusado y sostuvo por el mismo medio: "Me río de Rooney. Santos hay muchos, pero en el cielo; si quiere ser santo que predique con el ejemplo: hacer cosas incorrectas es de humanos".

A lo largo de su paso por el Real Madrid, el nacido en Brasil y nacionalizado portugués fue expulsado en cinco oportunidades. Pero un antecedente lo signó como un jugador al que se le debe, al menos, tener respeto. El 21 de abril de 2009, en el encuentro de la Liga ante el Getafe, Pepe golpeó, pisoteo y pateó al delantero Javier Casquero; además de propinarle un golpe en la cara al uruguayo Juan Ángel Albín.

El comité, por el pronto arrepentimiento del apuntado, le dio 10 fechas de suspensión. Esa fue una de las primeras, pero no la última.