Con el 1-1 fresco de San Martín ante Belgrano, en lo que fue el sexto partido sin ganar del Verdinegro, su técnico, Gabriel Perrone, dejó en claro que se venían cambios. “Puede haber sido uno de los partidos más bajos”, lo catalogó el coach al choque ante el Celeste y desde ayer demostró que su intención es hacer modificaciones. Habrá un par en nombres debido a las lesiones de Mattia y Bogado, pero lo principal es que Perrone cambiará el dibujo táctico empleado en 10 de los 11 que dirigió. Es decir, dejará de lado el 3-4-1-2 y adoptará el 4-4-2, cuyo único antecedente bajo su conducción fue en su estreno, en aquel 0-1 del clásico ante Godoy Cruz, donde San Martín pecó de inofensivo. La mutación táctica se observó ayer en el ensayo de fútbol dispuesto en el Bicentenario. Perrone ubicó para los titulares a Corti; Sosa, Grabinski, Landa, Oliva (el zurdo todavía no fue ni al banco en esta temporada); Luna, Alderete, Bustos, Mas; Osorio y Riaño. Es decir, Sosa ingresó por Mattia y Oliva por Bogado, claro que Luna ya no se paró más como enlace sino que ocupó la función de carrilero por derecha. Luego de algunos minutos ante los suplentes, Perrone también decidió hacer una variante en la formación y fue el ingreso de Poggi por Oliva, pasando el Enano a ser el clásico número ocho, Luna se corrió al sector opuesto del mediocampo y Mas regresó al lateral izquierdo. Es decir, hizo variantes de nombres y mantuvo el sistema, lo cual hace pensar que ya tiene decidido el 4-4-2 para visitar a Estudiantes, el lunes desde las 20.10.

Hoy será el tiempo de otra práctica de fútbol en Pocito y todo empezará a definirse. Un punto a tener en cuenta es si Alarcón puede jugar o no, ya que en los últimos dos días no practicó de manera normal por una molestia física. Si continúa entre los once el chileno, junto a Alderete en la función de doble cinco, seguirá afuera de los once Bustos.

Los seis encuentros sin ganar de San Martín llevaron a Perrone a este golpe de timón. Los actuales 17 puntos aún lo mantienen fuera de la zona de descenso, aunque el DT es conciente que la fórmula más utilizada ya no da resultados. Con un par de juegos por delante, la idea es apostar a un equipo más compacto y mayor contracción a la marca. Se sabe que el objetivo de los 25 puntos en el certamen es imposible de alcanzar, aunque llegar a la doble decena de unidades está en la mira.