En el fútbol todo puede pasar. Pero cuando de definiciones se trata, la entrega puede ser vital. Y eso justamente fue clave en la tarde de ayer en el Quinto Cuartel. En un partido apasionante que tuvo como protagonistas a dos equipos que luchan por objetivos distintos, fue el local el que le sacó provecho a tanta entrega.

Por la 25ta fecha del Oficial, Picón caía ante 9 de Julio, pero en el complemento le bastaron 15’ para revertir el marcador y terminar derrotando al Nueve que con el resultado, sumando el empate de Peñarol ante Sportivo, no pudo gritar campeón y ahora en la última fecha la lucha será mano a mano con el bohemio (ver aparte) para definir quien se quedará con el título 2014.

Picón dio una muestra más de la vitalidad anímica con la que intentará esquivarle al descenso y quedarse en Primera. Salió a pararse de igual a igual ante el Nueve, que llegaba con la gran chance de poder gritar campeón. Esa diferencia abismal existente en el presente futbolístico de ambos, no se reflejó en el campo de juego. Fue Picón quien generó un poco más en la primera etapa, llevó peligro en varias ocasiones al arco de Biasotti pero careció de definición. En eso no perdonó 9 de Julio, que en la segunda llegada al arco de Maxi Ponce, lastimó feo. Apenas un remate de Paratore que se había ido por encima del travesaño, fue lo poco que había mostrado la visita. Pero a los 39’, Figueroa, demostró porqué es el goleador del campeonato y marcó el 1-0 para la visita.

En el complemento, Picón tuvo el empate a los 8’ tras un córner con un cabezazo de Iván Salinas que se fue a centímetros del travesaño. El encuentro era de ida y vuelta por eso a los 13’ Figueroa probó a Ponce, que volvió a responder de la mejor manera. El ingreso de Gonzalo Díaz le dio el toque de fútbol que le faltaba a Picón, que actuaba de puro coraje. A los 19’ lo tuvo el Bachi ingresando con pelota dominada al área y exigiendo a que Biasotti desviara con los puños, después, a los 29’, tras una serie de rebotes en el área, fue Iván Salinas el que empujó la pelota para marcar la paridad. Picón sabía que era su momento y lo aprovechó, por eso a los 44’, Mauricio Palacios puso el 2-1 que significó demasiado en la mentalidad de un plantel que no solo le opacó la fiesta a su rival de turno, sino que demostró que sigue con vida hasta el instante final.