La pasión es más fuerte… Fabián Balmaceda, vecino de la Villa Villicum se trajó la reposera y un termo con agua fresca y se ubicó en el alto de una lomada desde donde dominaba la salida del pelotón de calle Franchini hasta la Ruta 40. En el lugar no hay árbol alguno que lo cubra con su sombra. No le interesó. Amo y señor de su espacio exclusivo, disfrutó del espectáculo.

 

El resultado deportivo, ese buscado con devoción por su equipo ciclista, suele ser un accidente. Tácticas erróneas o tardías decisiones humanas sellan la suerte de una carrera. Aunque no le va nada mal, porque el conjunto de la Agrupación Virgen de Fátima gana bastante seguido, hay una carrera donde ganan siempre y, podría afirmarse, están invictos: la de la gente y su colorido.

Las banderas de la Agrupación ornamentaron distintos lugares del circuito. Su gente aportó alegría y color a la carrera.

Es muy grande el despliegue que realizan los integrantes de la Asociación Civil que preside Carlos Gómez para adornar con sus banderas rojo y amarillas distintos lugares, algunos inhóspitos por donde transitan las competencias. Ayer no fue la excepción. Todos en Albardón notaron su alegre aporte.

 

Momentos de la Carrera

 

1-El instante de Mieres
El ciclista de Los Berros, Rodrigo Mieres, que corre para la Fundación Hijo del Viento, de Oscar Villalobo, acostumbrado a desandar cerros en solitario en el mountain bike, ayer se mando a mudar, anduvo casi un giro solo y le dio a su equipo uno de los premios intermedios que aportó la organización de la carrera.

 

2- Una lucha de grandes
Si bien en la imagen quien marca el ritmo del pelotón es un municipal de San Martín y Caucete, detrás suyo vienen diseminadas las camisetas de los equipos continentales. Nada que ocurra en el grupo mayoritario escapa a sus antenas. La marca entre ellos es permanente y es muy difícil poder escapar a su control.

 

3-Tres tipos audaces
Jonathan Sepúlveda (F.Hijo del Viento), Cristian Flores (F. Emanuel Saldaño) y Matías Malla (F.Planeta Ramírez) transitan por calle Nacional con algunos metros de ventaja. Disputaron una pasada especial y hasta allí llegó el permiso. Después, el pelotón, comandado por los poderosos, los fagocitó.