El clásico siempre hace ilusionar con una rivalidad entre hinchadas que se roba por varios minutos las miradas de los simpatizantes y hasta por momentos es más entretenido que ver partes del partido. Pero ayer en la tarde dominguera, esto no sucedió y sinceramente, las dos parcialidades, dejaron mucho que desear, deteniendo el partido por partes, en una nueva edición del clásico entre Del Bono y Alianza, en la Esquina Colorada.

Los locales fueron recibidos con 6 bombas de estruendo y si se miraba por ese lado, parecía que iba a haber un entretenido juego de cánticos en el partido, pero esto, tampoco sucedió. Los visitantes tampoco colaboraron mucho, porque no tuvo mucho publicó simpatizante. Pero esos hinchas lechuzos que estuvieron en el estadio Bodeguero, fueron los responsables de que el partido se parase en tres oportunidades. Primero a la decena de minutos de iniciado el encuentro, cayó un proyectil al arquero Pelayes de Del Bono, dejando al jugador en el piso por unos minutos. Luego, 10 minutos más tarde, el árbitro Riveros decidió detener el partido para que los hinchas lechuzos se bajasen del parapelotas y la misma situación volvió a repetirse 7 minutos después. Poco público, pero las mismas costumbres, haciendo demorar los partidos y también la picardía de esconder las pelotas.