El ciclista Simon Clarke (Israel-Premier Tech) ganó ayer la quinta etapa del Tour de Francia, disputada entre Lille y Arenberg sobre 157 kilómetros, en una infernal etapa donde Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) voló para casi destrozar, sumado a caídas y averías de rivales, esta ronda gala que sigue liderando Wout van Aert (Jumbo-Visma).

Simon Clarke, veterano corredor australiano de 35 años, se llevó la victoria de etapa, coronando la fuga del día, superando en el esfuerzo supremo al neerlandés Taco van der Hoorn (Intermarché), con el noruego Edvald Boasson Halen (TotalEnergies) tercero.

Pero lo más importante de la carrera estuvo detrás en los pelotones que perseguían. Destacándose la brillante demostración de poderío del doble campeón vigente, el esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emiratos), que dejó atrás a todos sus rivales directos. El joven de 23 años 'voló' sobre los 20 kilómetros de adoquines (divididos en once tramos) y sacó una considerable diferencia sobre su compatriota Primoz Roglic (Jumbo Visma) que perdió rueda rápido y en su equipo decidieron que el actual malla líder, el belga Wout Van Aert trabajara para que perdiera tanto tiempo su segunda espada, el danés Jonas Vingegaard.

Hoy se disputará una etapa de media montaña, la más larga de este Tour, 219,9 kilómetros entre Binche y Longwy, con un final escarpado con dos muros en los últimos 6 kilómetros que podrían dar para mucho si las fuerzas acompañan.