Mientras el partido estaba empatado en 1 era, lejos, el mejor. Había hecho todo para que el Verdinegro se quedara con los tres puntos. Fuerza, coraje, su clase y velocidad, apoyados en su gambeta, demostraban que Federico Poggi estaba a la espera de su premio. Y la frutilla del postre le llegó a los 35 del complemento. El más petizo terminó siendo el más grande en la noche de Concepción. Porque su cabezazo quebró toda paridad y puso a San Martín a tiro del ascenso directo.
"Lo importante era ganar y se logró, empezamos perdiendo y lo dimos vuelta batallando como siempre", dijo el "Enano" en su gran noche, en la que marcó el cuarto gol desde que llegó a San Martín.
Hizo surcos por el carril izquierdo. Fue incontenible. Y cuando tuvo espacios dejó mal parados a los defensores. Fue siempre la descarga, la buscó -a la pelota- y se la adueñó. Y a falta de 10′ para el final su camiseta voló por el aire, su vincha se perdió en el frenesí de la euforia, y su grito de gol provocó el estallido del Hilario Sánchez. Para darle los tres puntos y quedar a sólo uno de Unión para meterse en el ascenso directo. "Cuando vine era porque en el llamado que recibí era pensando en el ascenso, hoy Unión se cayó y estamos cerca, ya falta poco", destacó el ex Huracán.
Federico demostró que por izquierda o derecha, más adelantado, retrasado, en donde Garnero lo necesite siempre cumple más allá de lo duro, complicado y atareado que resulte el encuentro. "Costó, como todos los partidos, pero así se ganan los partidos porque después de la derrota con Tiro dijimos que no podíamos regalar nada más, y hoy (por anoche) lo cumplimos", agregó Federico, ese pequeño gigante.