San Juan, 19 de octubre.- Una vez más el fútbol local fue epicentro de hechos de violencia pero esta vez dentro de la cancha y con los propios jugadores como protagonistas. Fue en el encuentro disputado entre Alianza y Atlético de Mendoza, el cuál terminó con un empate, en la cancha de Santa Lucía.

El partido terminó con cuatro expulsiones y el árbitro recibió hasta una piña en la nariz por parte del jugador del equipo mendocino, Daniel “Tanque” Giménez.

Durante el inicio, la visita era superior a los dirigidos por Hugo Armando Piozzi ya que generó varias situaciones de gol que finalmente no se concretaron y que algunas fueron atajadas por Gonzalo Vicente. Fue en el minuto 46´que un golazo de Ricardo “Patito” Ávila, quien clavó un zurdazo en el ángulo superior del rival, puso en ventaja al Lechuzo.

Mientras que en el complemento, llegaron las expulsiones. Primero fue Ávila, el protagonista del gol del local, a los 16 minutos luego de que le pegara un codazo por detrás a uno de los jugadores del equipo visitante. Allí el árbitro Juan Carlos Altamirano determinó la roja directa, luego llegó la expulsión más polémica del encuentro.

Joaquín Godoy ya había pasado a su marca personal cuando se le vino encima Daniel “Tanque” Giménez y lo pateó por detrás, lo que hizo que le sacaran tarjeta roja directa pero eso no fue todo. Ya que Giménez al ver que lo estaban expulsando, se dio vuelta y le pegó una trompada al jugador lechuzo Joaquín Godoy. A partir de allí, comenzaron los disturbios dentro de la cancha y Federico Aballay, quien le tiró un botellazo al árbitro, fue el otro expulsado del Lechuzo.

En ese momento, el encuentro estuvo detenido por casi siete minutos y Alianza se quedaba con dos hombres menos mientras que a Atlético sólo le faltaba un jugador. El partido continúo y Guillermo Guerrero, a los 51 minutos del final, marcó la paridad para la visita. Tras el empate y la desesperación de perder los tres puntos del triunfo, Paul Martín terminó expulsado luego de simular una falta fuera del área. Fue así que el encuentro que tuvo arbitraje y jugadas polémicas, finalizó con cuatro expulsiones y el árbitro golpeado por un jugador del equipo visitante.