Independiente entrenó ayer custodiado por 50 efectivos policiales de infantería de la provincia de Buenos Aires, luego de la derrota ante Rafaela.
El plantel conducido por Brindisi efectuó un trabajo regenerativo en su estadio, al que la prensa no pudo acceder.
Ante la siempre latente posibilidad de que la barra brava ‘visite‘ a los jugadores, 50 efectivos de Infantería se apostaron cerca del acceso a los vestuarios, pero la mañana transcurrió con tranquilidad. Eso sí, Brindisi trabajó mucho en lo anímico. Al cabo del entrenamiento se produjo el desfile de los jugadores con un denominador común: caras largas y de pocos amigos.