El delantero de River Lucas Pratto arrancó ayer la pretemporada con trabajo aeróbico especial "para poder estar a la altura" de sus compañeros, según dijo, tras un semestre en el que sólo pudo jugar 680 minutos y cinco partidos de titular por una lesión que lo tuvo casi 40 días sin poder correr.
"El Oso", que en el primer semestre de 2019 tuvo 22 presencias de titular y marcó 10 goles (fue uno de los jugadores con más minutos en cancha), a mitad de año padeció una fisura en el sacro que no le impidió jugar y hacer un gol en la final de la Recopa Sudamericana pero que lo dejó sin pretemporada.
Por esa razón, para volver a sentirse en competencia con los demás delanteros, le pidió a los preparadores físicos y al DT Marcelo Gallardo un plan de trabajo que le permita llegar más afinado a una preparación que va a ser de apenas dos semanas, ya que River volverá a jugar el 19 de enero.
Pratto no pudo hacer nada en la pretemporada de invierno y cuando se reinició el torneo fue sumando minutos desde el banco, lo que le restó continuidad y le hizo bajar su nivel, al punto que no pudo rendir bien en los cruces con Cruzeiro donde Gallardo lo puso de titular. Luego, con las buenas actuaciones de Rafael Borré y Matías Suárez, fue entrando 20 o 25 minutos por partido con desempeños buenos y se notó sobre todo en la final ante Flamengo. "Yo me fisuré el sacro, después de la segunda final de la Recopa con Paranaense no me podía mover. Necesitaba prácticamente un bastón para caminar y nos preocupábamos porque no sabíamos qué era", explicó hace unos días.

