El volante Juan Román Riquelme, marginado de Boca Juniors por el DT, Julio César Falcioni, finalmente no fue a la Bombonera para ver el partido que su equipo empató anoche 0-0 ante All Boys, pero de todas formas los hinchas xeneizes llevaron banderas y cantaron por él.
El tradicional grito de "Riqueeeelme" sonó en la Bombonera antes del inicio del partido, en el entretiempo y, sobre todo, una vez consumada la igualdad ante el equipo de Floresta, por la tercera fecha del torneo Clausura de fútbol de primera división.
El apoyo para el enganche fue prácticamente de todo el estadio: el único sector que se abstuvo de participar del coro fue la tribuna en la que habitualmente se ubica la "12".
Previamente, a la mañana y acompañado del volante Diego Rivero (tampoco jugó ante All Boys por su expulsión contra Racing), Román se sometió a una dura rutina física de entrenamiento en Casa Amarilla bajo las órdenes del preparador físico Gustavo Otero.
Riquelme ensayó en la cancha número 1 del predio durante casi dos horas, efectuando una exigente preparación física.
"Preferimos que trabaje, que siga trabajando y que tenga el descanso del fin de semana que van a tener todos", había remarcado Falcioni, al momento de argumentar los motivos por los cuales el "10′ boquense no estuvo siquiera entre los suplentes en el encuentro con el conjunto de Floresta en la Bombonera. Igual, su ausencia se notó mucho más por el reclamo del público de Boca.