En el primer semestre, Vélez en un mano a mano contra Huracán. En el segundo, Bánfield en una pelea contra Newell’s. Así se resumió la temporada del fútbol de primera división de Argentina en la que los grandes estuvieron demasiado lejos de la conversación y sumidos en crisis futboleras e internas que los terminaron sacando incluso de la Copa Libertadores. Boca no encontró el paso sin Riquelme, mientras que River aguantó a Pipo Gorosito hasta donde pudo. Los dos se quedaron sin nada.

En lo futbolístico, el Vélez de Gareca se terminó imponiendo al tiki-tiki de Huracán, mientras que Banfield y su momento goleador con Santiago Silva fue más que la irregularidad de un Newell’s que aflojó en el peor momento.

Más allá del rotundo fracaso de los grandes en la temporada y de las consagraciones de Vélez Sarsfield y de Banfield como los mejores del fútbol de Primera División en el país, el año estuvo marcado por la ruptura del contrato de AFA con Torneos y Competencias, empresa que venia televisando todo el fútbol desde la década del 80. La irrupción del Gobierno Nacional firmando un contrato diametralmente opuesto a lo que pretendía TyCSports y más beneficioso para los equipos que encontraron en esa salida contractual el bálsamo para balancear sus déficits.