El actual mal estado del campo del Hilario Sánchez provocó un cambio en la postura de Daniel Garnero, respecto del comienzo de la temporada cuando remarcó que prefería jugar lo más posible en Concepción y sólo salir ante casos especiales como las visitas de Boca o Godoy Cruz. El DT reconoció ayer que tras analizar lo ocurrido el domingo ante Argentinos, donde se volvió a evidenciar las complicaciones para manejar el balón en la cancha de San Martín, decidió hablar el tema con los referentes del plantel. Después de esas charlas y apoyado su nueva visión del tema es que el coach le propondrá durante la estadia en Buenos Aires a la dirigencia la alternativa de jugar, como mínimo, el partido por la séptima fecha ante Belgrano en el Estadio Bicentenario de Pocito. Entonces, todo dependerá de lo que piensen los popes del club, sabiendo que desde siempre la idea que encabeza el presidente, Jorge Miadosqui, es jugar sólo “algunos partidos” en Pocito como ante Boca y Godoy Cruz, ambos en el 2012.

La idea de Garnero de ser locales fuera del Pueblo Viejo se basa en que la cancha del Hilario Sánchez sería parada durante tres semanas y así el piso mejorará notablemente. La agenda del Apertura marca que recién para último fin de semana de setiembre (25 al 27) San Martín volvería a su estadio recibiendo a Rafaela.
“En el partido ante Argentinos me di cuenta que muchas veces es casi imposible controlar el balón. Sería un necio sino no veo esta nueva realidad”, explicó Garnero y agregó “si hay que hacer un esfuerzo de traslado para poder jugar mejor, lo deberíamos hacer. De mi parte voy a planteárselo a los dirigentes y después ellos definirán la situación”.